weckl dijo:
Hola Pedro!!
Nose si te lo han preguntado ya....Bueno mi pregunta era si podias explicar tu rutina de estudio. (sobre todo en tu epoca de "estudiante") lo digo porque ahora tendrás mucho trabajo y no tendras tanto tiempo.
Venga un abrazo
Mucha gente se puede quedar asombrado de lo que es mi rutina, porque es lo menos rutinario que conozco. Mi relación con el instrumento ha ido cambiando con los años .
Cuando empezé a tocar lo más importante para mi era la velocidad, el control, la pegada. Estaba siempre en el local y tocaba sin parar. No sólo la batería, también la guitarra, el órgano y el bajo, los instrumentos que habían y que teníamos montados en el local. Digamos que pasaba una mañana o una tarde y cuando me cansaba de tocar un instrumento me pasaba a otro. En realidad, no sé si es que empezé muy joven, demasiado joven, o quizás fuera mi forma de ser, pero mi relación con la música y con el instrumento fue siempre más un juego que una disciplina y siempre me he sentado en la batería tratando de que fuera algo lúdico y placentero.
Entiendo que soy un poco anárquico y no es recomendable seguir mis consejos, pero siempre que estudio me invento melodías que acompaño, incluso cuando hago técnica. Todos pensáis que el progreso debe ser algo trabajado desde la constancia, la rutina y la repetición. Yo entiendo que es así, pero no siempre me ha funcionado, al menos para mí.
He tenido la suerte de tocar mucho en directo y por eso mi sensación después de tantos años cuando me siento delante de la batería es como estar en casa, una casa ya con muchos años de vivencias, de experiencias y de zonas que se pueden rehabilitar para estar cómodo, para seguir disfrutando cuando toco.
Mi rutina se basa en mantenerme lo suficientemente ágil y despierto para tocar lo que necesito. ¿ Qué necesidades tengo?, para mí, lo fundamental es que lo que me pasa por la cabeza y lo que siento no esté desequilibrado. Que lo que me gusta oír cuando toco con los demás salga sin problemas. A veces necesito añadir algún recurso técnico y a veces plantearme otro tipo de retos más musicales. Trabajar conceptos cuando toco con los demás también resulta un estudio y un aprendizaje para mí.
Llevo casi 40 años tocando y aprendiendo cosas relacionadas con la técnica y con la expresión. Una rutina para mi es tocar el instrumento un tiempo cada día, efectivamente, pero ¿cuanto? . Muchísimo menos de lo que pensáis, a veces son treinta minutos o a veces una hora. A veces varias sesiones de quince o veinte minutos , una por la mañana, otra por la tarde., y otros días nada No es cuadrado, depende de mi necesidad. Hay temporadas que toco más solo, otras que estoy girando y cada día que toco el show me planteo otros retos.
¿ Qué tipo de retos se pueden plantear en directo?. Los retos para mí son los relacionados con tocar lo menos posible y obtener resultados satisfactorios. Dejar silencios, hacer dinámicas con silencios, no hacer breaks, hacer cambios de partes sin dejar de tocar el groove pero con dinámicas. Tener recursos con sonidos diferentes en un sólo tambor. Afinaciones, trabajar el sonido y los matices que salen de él, etc, etc.
Cuando estoy sólo en mi local, práctico rudimentos y los dejo moverse por el set sin pensar en lo que hago, escuchando el fraseo. A veces me centro en un estilo, otras desarrollo recursos para tocar lo mismo en todos los estilos que conozco. Veo videos de baterías muy viejos, de los 40, 50, 60, y trato de aprender de ellos desde la músicalidad y ver como utilizaban la técnica para acompañar. Intento usar mi técnica, la más sencilla que tengo, para desarrollar solos músicales, acompañando una melodía interna. Trabajo algún elemento como escobillas, mazas, otros elementos menos convencionales y trato de adaptarme a ellos para que sean musicales y que me emocionen... etc, etc.
Como veis, siempre en mi rutina aparece la palabra"musical". Es lo que más me interesa en mi progreso: ser más musical. Para ello he desarrollado mi propia fórmula que es utilizar la batería como acompañamiento de una melodía, interna o externa. Normalmente me canto algo y lo acompaño, sea haciendo groove o soleando. Este método me obliga a ser musical.
No os lo cuento para que lo hagáis, lo cuento para que entendáis que el progreso de cada músico, a partir de un control técnico ( adquirido en una escuela o de una forma autodidacta) puede ser individual. Lo único que debéis hacer es entender, apreciar y descubrir con la mayor sinceridad que cosas son las que os motivan y emocionan e ir a por ellas.
Desde que salí de la mili, en los 80, mis metas cambiaron y fui buscando el groove, la musicalidad y el secreto de emocionar con un golpe, con un silencio. Lo he trabajado desde un acercamiento al instrumento no con una rutina cuadrada, más bien con una continuidad en el tiempo, sin prisas, con un ritmo pausado, con mis ratos de tocar sólo y con mis momentos de verdad en el escenario. Viendo mucha gente tocar y escuchando a músicos que me emocionaban y que, para mí, tenían el secreto de tocar y comunicar. Por mi forma de ser han sido bateristas sencillos, con un lenguaje sencillo.
En este caso lo más complicado ha sido y sigue siendo captar el mensaje, sentirlo y adecuarlo a mi manera de tocar. Con el tiempo va saliendo y forma parte de uno mismo. Mi mayor dificultad es encontrar una forma personal para expresarme, que sea natural y fácil de ejecutar.
Esa es mi filosofía. Creo mucho en el individuo y en sacar lo personal, lo más íntimo de cada músico. Todos tenemos algo en común y algo que nos distingue. La práctica debe ser constante, pero en mi caso me ha venido bien ser tan anárquico y dejar que cada rato del día en cuestión, fuera único y, otras veces, por temporadas, muy parecido. Es mi manera de ser y la que me ha llevado a tratar la música y a la batería como algo personal, como una buena terapia que me ayuda a ser yo mismo y a ser feliz.
Una vez pude conocer a Akira Jimbo y me contó que su rutina duraba 30 minutos, cada día. Me sorprendió que siendo un batería tan técnico estudiara ese tiempo. Me hizo pensar.
La verdad es que hay gente que tiene un nivel técnico brutal y estudian muchas horas, otros están menos pero el fruto es parecido... todo depende de cada músico. Por eso recomendar algo tan personal como el estudio, el ejercicio fisico,... es complicado, depende de a donde queramos llegar.
Hay muchas veces que sentimos una presión por dar determinado nivel técnico y luego cuando tocamos parece que las exigencias son otras. Si nuestra técnica es muy poderosa, quizás, necesitemos expresarla para sentirnos felices haciendo demostraciones, master clases, etc. Si queremos acompañar música, necesitaremos aprender otras herramientas aparte de un control adecuado del instrumento y desarrollarlas en el escenario.
Sea cual sea el camino que elijamos, el final nunca se ve y siempre te queda mucho por aprender. El verano pasado tuve la suerte de ver a Steve Gadd con James Taylor y fue toda una una clase de como se debe acompañar. Fue maravilloso comprobar que me queda muchísimo para aprender a acompañar bien y que gracias a estos maestros sentimos la motivación necesaria para seguir.
Hagamos lo que hagamos creo que todos debemos tener presente que un músico es alguien que transmite con un instrumento. Eso, ese secreto, es lo que me mantiene siempre en continuo aprendizaje. Nunca veo la manera de poseer ese misterio, de conseguir lo más grande.
Ahí estamos todos compañeros.
Suerte!