Lo siento nenas, pero no...
Se me ocurren trillones de nombres de bateristas de estudio que habrían sabido dejar su huella ahí. Lo siento, pero de nuevo no cuela.
Vamos a dejar una cosa clara: seguro que si los buscamos, encontraremos pasajes magistralmente interpretados, y detalles de gran baterista. ¡Hombre, faltaría más!
Pero es que tenemos que ponernos dento del marco en el que estamos: el escenario de partida es un disco de Dream Theater, uno de los grupos más autoexigentes del panorama musical de todos los tiempos. La otra parte de la que partimos es un señor que es recordman mundial en velocidad, tiene una dexteridad famosa en el mundo entero, es uno de los reyes de la polirritmia, todo eso junto y a la vez, aparte de un prestigio al que sólo le falta una oportunidad para dar el gran salto mediático, para saltar de los medios especializados a la fama puramente musical y mediática.
ESTE es el lugar de partida. Ahora, os volvéis a mirar el resultado, os lo pensáis de nuevo y me lo explicáis.
Yo por mi parte, tengo algo que añadir: cuando Vinnie Colaiuta hace sus sesiones con Sting, graban en la mansión de éste con el resto de la que será la banda de acompañamiento. Por mucho tiempo que le dé el hecho de vivir en el mismo estudio, estamos hablando de unos plazos de entrega, y el míster se las apaña para crear unas baterías absolutamente únicas e inimitables, de esas que muchísimos profesionales sudan sangre no sólo para tocarlas, sino para explicarlas. Anda, no me jodáis.
Misma película para Manu Katché, pero esta vez no sólo con Sting, sino también con Peter Gabriel. Mención aparte de cómo se las apaña el francés de oro para estar bien presente en las canciones con simples detalles aquí y allá, un groove sólido de cojones que swingea como muy pocos y el añadido de esos splashes tan y tan característicos en él. No hablamos de dobles bombos, canciones en 21/16 o una docena de octabanos, estamos hablando de canciones pop, ¡venga ya!
Mickey Currey es alquilado por un grupo con muchos problemas con los bateristas y con un plazo de tiempo verdaderamente apretado, y se las apaña para dejar bien claro quién es a la hora de grabar el inmenso, icónico, potentísimo "Sonic Temple" de The Cult, haciendo un trabajo soberbio, con partes que son tan sencillas como memorables que forman parte de la propia canción y que obligan a los posteriores bateristas de The Cult a dejarse la piel para igualarlas, cosa que no ha podido hacer ninguno de ellos hasta la reciente llegada de Joey Tempesta y sus cojones.
¿Sigo hablando de bateristas a los que se les pide que "toquen para la canción", que "toquen lo que se les pide"? ¿Sigo hablando de gente que cobrará el cheque igualmente, haga lo que haga? Porque ya sabéis que, conmigo, los posts pueden ser eternos...
Si a mí me tocara esa lotería, es decir, que un grupo famoso por lo bien que tocan me pidiera grabar con ellos, no tengo ni idea de cómo lo haría, pero sí sé una cosa: diez años después, pasara lo que pasara, los fans hablarían de mí como "hostia sí, el tío que puso eso en tal canción" o "hostia, tenía sus cosas, ése era él".
Como ya he dicho anteriormente en un ataque de amor y simpatía... A CAGAR A LA VÍA!!!!!!!