Bueno, en todos los vídeos donde se ven darbukas de piel, les meten una bombilla dentro. Yo así lo probé con un djembé pequeño que tengo y el resultado es bueno, aunque supongo que afecta un poco al Dum.
Sobre el riqq -u otros instrumentos que permitan esto-, hay un truco para mantenerlo permanentemente un poco más tenso. Se trata de meter (más bien embutir) una cuerda o cordón grueso entre la piel y el marco, donde se apoya la piel, ayudándonos de una regla, tarjeta de crédito o algún objeto que nos permita empujarla hasta dejarla lo más dentro posible.
Con esto conseguimos que la piel estire un poco más, aunque el canto del tambor quedará más redondeado, como el de un bongo o conga.
En mi caso pude meter una cuerda bastante gorda, con lo cual el sonido es bueno, pero como ya he dicho no suena a riqq, que se caracteriza por ser extremadamente agudo, sino más bien a tar pequeñito.
Siguiendo con el riqq, hay que señalar la importancia de los chinchines. En efecto, si en la kanjira los chinchines son el 50% del sonido, en el riqq no dudéis que son el 75%, por lo tanto cuanto más gruesos y pesados, mejor.
Los míos son tan finos que se doblan cuando los tocas. Cuando vi un riqq profesional flipé, por lo gordos que son los discos metálicos y el sonidazo que producen.
Y como no está gianluca para hablar de lo que es un riqq profesional, aquí os pongo un enlace a la web de cooperman y unas fotos:
http://www.cooperman.com/handdrums/riq.html
Saludos.