Cajon_flamenko, tranqui, que para ti sólo iba la primera frase sobre la agresividad, el discursito es, como digo, para una determinada gente que afirma cosas que, sencillamente, no son ciertas. De todas formas, una cultura se sostiene sobre un idioma como pilar principal. Si éste se pierde, se pierde la cultura, así de simple. Esto no es una opinión, esto está más que observado a lo largo y ancho del mundo.
Yo de lo que me quejo es de que se dicen cosas que son mentira, y reto a quien sea a demostrarme lo contrario, con dinero por medio. No es que yo opine que dos y dos son cuatro, es que dos y dos SON cuatro. Del mismo, modo, quien desee demostrarme que en mi pseudo-país suceden cosas que discriminan al castellanohablante, y que estas cosas son habituales, puede venir grabadora o cámara en mano, y perder su dinero. En Catalunya es el catalán el idioma amenazado -no discriminado, porque lo habla quien quiere y quien no quiere no-. Ahora bien, todo el mundo tiene la obligación, en el ámbito profesional -no en su vida privada, faltaría más-, de entenderlo (ni siquiera se tiene obligación en un comercio de contestar en catalán, así de malvados somos), y eso sirve para mantener nuestra cultura vivas. En Gales, como en otros lugares con culturas minoritarias y amenazadas, se tiene una gran admiración por el modelo catalán, probablemente el más avanzado del mundo en este aspecto, precisamente por sus logros importantísimos que han dado grandes resultados sin apreciarse jamás un enfrentamiento social que sólo se da fuera de Catalunya, con lo que se consigue que los visitantes estén supersensibles a cualquier cosa de este ámbito. Diversos gobiernos regionales de distintas partes del mundo han enviado delegaciones oficiales interesándose por nuestra experiencia, lo cual demuestra que es un modelo a seguir. Y por supuesto, esto incluye que si yo entro en el Corte Inglés de Barcelona hablando en mi idioma, se me entienda, tengo ese derecho del mismo modo que no exijo que se me hable en catalán porque me parecería una falta de libertad. Y a quien me diga que dónde está la libertad de las familias que no quieren que sus hijos estudien en catalán les puedo contestar con toda la tranquilidad que es la única manera de conservar este idioma, que mientras vivan aquí es SU idioma. Luego tendrán toda la libertad del mundo para usarlo o no. ¿El castellano? Quien quiera, podemos echar otra apuestita -con dinero por medio, por supuesto- a ver a cuántos pobres niños discriminados encontramos en Barcelona que entienden, hablan y escriben mejor en catalán que en castellano.
Es que cabrea y mucho que en una gran cadena -por cierto, es privada, no pública- como Tele-Cinco se haga un reportaje con claro tono sensacionalista denunciando que los pobres turistas extranjeros, se encuentran con que una "panaderia" en Catalunya es una "fleca", y eso supuestamente daña al turismo, lo cual es una tontería del diecisiete, y además, falso. ¿Qué pasa, que un sueco entiende mejor "panadería" que "fleca"?
Si nuestra manera de hacer las cosas fuera discriminatoria, habría claras tensiones sociales. Y de eso, nada.
Yo de lo que me quejo es de que se dicen cosas que son mentira, y reto a quien sea a demostrarme lo contrario, con dinero por medio. No es que yo opine que dos y dos son cuatro, es que dos y dos SON cuatro. Del mismo, modo, quien desee demostrarme que en mi pseudo-país suceden cosas que discriminan al castellanohablante, y que estas cosas son habituales, puede venir grabadora o cámara en mano, y perder su dinero. En Catalunya es el catalán el idioma amenazado -no discriminado, porque lo habla quien quiere y quien no quiere no-. Ahora bien, todo el mundo tiene la obligación, en el ámbito profesional -no en su vida privada, faltaría más-, de entenderlo (ni siquiera se tiene obligación en un comercio de contestar en catalán, así de malvados somos), y eso sirve para mantener nuestra cultura vivas. En Gales, como en otros lugares con culturas minoritarias y amenazadas, se tiene una gran admiración por el modelo catalán, probablemente el más avanzado del mundo en este aspecto, precisamente por sus logros importantísimos que han dado grandes resultados sin apreciarse jamás un enfrentamiento social que sólo se da fuera de Catalunya, con lo que se consigue que los visitantes estén supersensibles a cualquier cosa de este ámbito. Diversos gobiernos regionales de distintas partes del mundo han enviado delegaciones oficiales interesándose por nuestra experiencia, lo cual demuestra que es un modelo a seguir. Y por supuesto, esto incluye que si yo entro en el Corte Inglés de Barcelona hablando en mi idioma, se me entienda, tengo ese derecho del mismo modo que no exijo que se me hable en catalán porque me parecería una falta de libertad. Y a quien me diga que dónde está la libertad de las familias que no quieren que sus hijos estudien en catalán les puedo contestar con toda la tranquilidad que es la única manera de conservar este idioma, que mientras vivan aquí es SU idioma. Luego tendrán toda la libertad del mundo para usarlo o no. ¿El castellano? Quien quiera, podemos echar otra apuestita -con dinero por medio, por supuesto- a ver a cuántos pobres niños discriminados encontramos en Barcelona que entienden, hablan y escriben mejor en catalán que en castellano.
Es que cabrea y mucho que en una gran cadena -por cierto, es privada, no pública- como Tele-Cinco se haga un reportaje con claro tono sensacionalista denunciando que los pobres turistas extranjeros, se encuentran con que una "panaderia" en Catalunya es una "fleca", y eso supuestamente daña al turismo, lo cual es una tontería del diecisiete, y además, falso. ¿Qué pasa, que un sueco entiende mejor "panadería" que "fleca"?
Si nuestra manera de hacer las cosas fuera discriminatoria, habría claras tensiones sociales. Y de eso, nada.