A mi me gusta la libertad y por eso quiero libertad para mi y para todos. Que cada cual pueda estudiar en el idioma que quiera y si en Cataluña son oficiales el Catalán y el Castellano, quien quiera que estudie en catalán y quien quiera que estudie en castellano.
¿Esto sucede? Si: perfecto, España va bien.
¿Esto no sucede? Mal, no hay libertad, hay que arreglarlo.
Sencillo, ¿no?
Saludos.
Pues no, no tan sencillo. Tu razonamiento no es correcto, aunque a ti te parezca de lo más liberador. Efectivamente, en Catalunya las dos lenguas son oficiales, y la Ley debe garantizar que todos las conozcan. Usarlas es libertad de cada uno, pero conocerlas es obligación de todos (obligación absolutamente laxa, a nadie se le detiene ni se le multa por hablar tal o cual cosa). Además, a nadie se le ocurre que sus hijos sólo hablen catalán, más que nada porque eso les alejaría de la realidad diaria.
Como decían antiguamente, no hay que confundir libertad con libertinaje... Con razonamientos pervertidos, se llega a conclusiones vacías en nombre de libertades que no son tales, sino tonterías sin fundamento. Vuelvo a decir que a nadie se le ocurre no estudiar nada en castellano (o evitar tener ningún contacto en castellano) sencillamente porque es la lengua de este país, y todos tenemos la obligación de conocerla, lo cual no es una falta de libertad ni una imposición antidemocrática ni nada de nada.
Por el mismo razonamiento, en Catalunya se obliga por Ley (desde hace unos años) a que los estudiantes sepan hablar y escribir correctamente en catalán, lo cual cuesta muchísimo por un montón de circunstancias que lo convierten en lengua claramente amenazada, entre ellas la propia desgana y pasotismo de nosotros mismos, los catalanohablantes. Justamente el hecho de hablar dos lenguas (o tres con el inglés) convierte a los propios estudiantes en beneficiarios de más cultura y conocimientos, aparte de una amplitud de miras bastante mayor que si no fuera así, y se consigue que nuestra cultura siga viva.
Y esto no es adoctrinamiento, ni falta de libertad, es una imposición exactamente igual a la de conocer el castellano, y si alguien tiene ganas de demostrar lo contrario, se puede venir por aquí con un buen fajo de billetes, y hacemos una bonita apuesta, en este caso encuestando a padres de diversos colegios en diez zonas distintas de Barcelona, a ver si les parece que alguien les roba su libertad.
Me interesa resaltar que la cultura de un lugar tan grande e históricamente importante como Catalunya no consiste en vestirse un día con faja y barretina, o en pintorescas fiestas en las que se bailan sardanas, se bebe en porrón y se revienta a base de comer calçots.
Nuestra cultura literaria y artística es enorme, y la pasada dictadura se encargó de hacerla desaparecer del libro de la Historia y del devenir cotidiano durante cuarenta años. Al que le interese, lo sabe, y la gran mayoría lo ignora, así son las cosas... Pero toda esa cultura desaparece si no se sostiene sobre su propia lengua. Es así, toda cultura desaparece cuando desaparece su idioma, y esto no es mi opinión, esto es un hecho comprobado a lo largo y ancho del mundo. Por eso el modelo lingüistico catalán es reconocido y admirado en todo el mundo por ser el que mejores resultados ha obtenido sin tener ninguna clase de conflictos en una sociedad diversa y llena de gente de origen no catalán que ha tenido y tiene exactamente las mismas oportunidades que los que sí lo son. Esto es enorme y magnífico, sobre todo viéndolo desde el punto de vista contrario: en este país estuvo prohibido hablar catalán durante décadas, igual que cualquier otra manifestación pública de nuestra cultura, y hemos sobrevivido a ello con éxito y sin conflicto social, lo cual es un milagro.
Así que es una pena que alguien venga a mi puñetera casa a decirme que en ella hay falta de libertad porque cada uno debe poder estudiar en la lengua que quiera y se quede tan ancho, sin profundizar más.
Y ya me he hartado de ser políticamente correcto: a mí me parece que los valencianos pueden hacer lo que les dé la gana con su vida, con su idioma y con su cultura. Y, en nombre de la libertad y de poder hacer lo que a uno le da la gana con lo que es suyo, se consiguen grandes resultados: la cultura valenciana y el idioma valenciano se están yendo a tomar por el culo a gran velocidad, quedándose limitados a manifestaciones masivas con petardos y peinetas XXL un día al año. Eso sí, cada día son más libres...
Si alguien se ofende, es su problema, pero a mí me da que tanta españolidad no es precisamente sinónimo de libertad, sino de uniformidad, de pensamiento único y sobre todo de intentar hacer que la gente no piense por sí misma, sino de enchufarles vía canal autonómico mierda televisiva, por supuesto en español, e impedir que los de al lado puedan "contaminar" esa supuesta libertad embrutecedora clausurando repetidores e impidiendo la auténtica libertad de ver la televisión que uno quiera.
Es sólo un ejemplo, pero sólo hay que comparar la parrilla de programación del canal autonómico valenciano con la del catalán, y el resultado es de un vergonzoso que clama al cielo. Así es como se ejerce la "libertad", siendo libres en castellano y montando circuitos de F1...