¿Franco inundó Catalunya y Euskadi de industrias? Vaya, no sabía que Franco fuera un industrial propietario de fábricas... Yo tenía entendido que el hombre era, además de pacifista, una persona muy dada a favorecer a catalanes y vascos, repartió mucho amor por aquí durante toda su vida...
Bueno, está claro que el comentario de XFD comparando la colonización de los conquistadores con la inmigración de trabajadores del resto de España a Catalunya no ha sido muy fino... Pero sí es cierto que el traspaso de mano de obra de toda España hacia estos lugares fue algo lógico y necesario para todos, pero además cumplió una segunda función: durante toda la dictadura, el catalán estaba prácticamente prohibido y vetado, y nuestra cultura, que hasta entonces había sido enorme y a la misma altura que la de cualquier otro país, completamente marginada y reducida a los bailes regionales y trajes pintorescos. La inmigración inundaría Catalunya de una gran porción de gente castellanohablante -lógico-, y entre una cosa y otra lo catalán quedaría reducido a un recuerdo, una curiosidad histórica.
El problema, o mejor dicho, la solucion, es que Catalunya no es una tribu primitiva perdida en los confines de la selva amazónica dispuesta a perderlo todo a cambio de unos jeans y unas botellas de whisky. Catalunya siempre fue, es y probablemente será el motor económico e industrial más importante del país, y eso no viene solo. Esto va en un pack, mezclado con todo lo que conlleva ser una zona del mundo avanzada: una cultura propia, una manera de entender la vida distinta, un talante determinado... y en nuestro caso un idioma que se llegó a hablar en cinco países distintos (España, Andorra, Francia, Italia y Grecia), más una producción artística y literaria cósmicas, y unas relaciones internacionales que el resto del país jamás ha tenido ningún interés en desarrollar. Los catalanes hacemos lo que Guardiola resumió brillantemente a principios de la Liga en una sola palabra: persistir. No rendirnos nunca. Lo que hagan los demás, lo que nos hagan los demás, no importa. Dependemos de nosotros.
Y así llegamos a la democracia, y ante un idioma y una cultura de primer nivel completamente destrozados, se invierten todos los esfuerzos posibles en que la población conozca sus dos idiomas. La gran frase que quedará para la historia es la de Jordi Pujol, President durante 23 años: "es catalán todo aquel que vive y trabaja en Catalunya y quiera serlo". Las políticas de inmersión linguística no persiguen el castellano; sabiendo que este idioma está en todas partes, tan solo se puede intentar asegurar que todos conozcan el idioma propio y puedan hablarlo y escribirlo, a la vez que esté en cualquier faceta de la vida pública. El gran paso mediático es la aparición de TV-3, admirada en todo el mundo por su calidad. Lejos de hacer lo mismo que otras televisiones autonómicas, que dan informaciones claramente manipuladas y luego tele-basura, los estándares de calidad de nuestra televisión son altísimos, tanto que es temida y vetada en la Comunitat Valenciana, debido a que la mera posibilidad de comparación por parte del público valenciano con la televisión propia probablemente provocaría claras reacciones de rechazo hacia la Generalitat valenciana, preocupadísima por extender el odio hacia todo lo que huela a catalán.
Hay en Catalunya un enorme número de gente -y esto lo podéis comprobar en plena calle preguntando- cuyos padres proceden del resto de España, gente que entiende perfectamente el catalán pero siguen viviendo en castellano por pura comodidad y que, sin embargo, os dirán que esto es otra cosa, que esto es España pero no es España, que estamos ya todos hartitos de que nos acusen de cosas extrañísimas desde fuera, y podréis ver cómo gente que se expresa en castellano os dirán que el catalán ni tocarlo. Si esto no es convivencia, ya me diréis qué es.
Por cierto, tengo entendido que en Alemania están bastante interesados en el modelo de integración lingüística de inmigrantes de Catalunya, precisamente por el problema turco. Parece ser que nuestros genocidios culturales son bastante admirados en todas partes. Muchos visitantes extranjeros que venían con prejuicios han quedado muy sorprendidos de comprobar que en la vida diaria, aquí nadie le pone mala cara a nadie por el idioma, salvo algunas personas que llevan toda la vida viviendo aquí y afirman no entenderte cuando te diriges a ellos en catalán. No es frecuente, pero se puede ver.
Por cierto, y acabo: precisamente Catalunya es un lugar que lleva lidiando con el plurilingüismo desde tiempos inmemoriales. Siempre ha habido relaciones con franceses y naturalmente con el resto de España, así que por pura costumbre y sentido común no nos aterroriza que los demás nos hablen en otra lengua que no sea la nuestra. Tradicionalmente, siempre hemos mirado hacia Europa, desde hace siglos. Estaría bien que los demás se preocuparan de lo que hacen ellos y no de lo que hagamos nosotros.