Y al revés: he visto a Tristante Oliva concederle un penalti discutido al Madrid, al final de un partido contra el Valencia (el ‘ushiro nage’, ¿recuerdan?) que, por cierto, para mí fue. Bueno, pero para el caso es lo mismo. Bien, pues fue eyectado del sistema. El año siguiente era delegado de campo del Murcia. (No había llegado a la edad de jubilación). He visto a Daudén Ibáñez limpiarle un gol legalísimo al Atlético contra el Madrid (Helguera le lío con su protesta) y perder la internacionalidad.
Así que he visto pistas suficientes que explican, no justifican, que en caso de duda los árbitros hagan así en vez de asao. Ya sé que esto cada cual lo ve de una forma y con frecuencia hay quien me esgrime esta u otra jugada. Y sí, aún hay veces que el Madrid sale bien, y hasta veces que el Barça sale mal, pero son las menos. Y esto hay que mirarlo como un cuadro impresionista, tomándolo desde cierta distancia, no pincelada a pincelada.
Hemos visto incluso un nuevo indulto, en el verano de 2008, con ocasión de la Eurocopa. Pepe traía una suspensión de la Supercopa del año anterior. Pero a él no le alcanzó. Casualidad: la relación de indultados se anunció justo después del partido. Sí le alcanzó a Alves, entre otros, que traía suspensión de la Liga anterior y pudo empezar esa. Por cierto, aquella Supercopa la ganó el Madrid en un gran segundo tiempo, nueve contra once, en el partido de vuelta ante el Valencia. Tuvo dos expulsiones.
Hay coincidencias a comentar. Iturralde es árbitro estrella del sistema. Se ha distinguido por agitar a los árbitros en sus reuniones a favor del sistema. Lleva muchos años en Primera, ha arbitrado mucho a todos, también al Madrid y al Barça. Es el árbitro que ha arbitrado más derrotas locales del Madrid (seis) empatado con su abuelo. Promediando durante este tiempo los resultados del Madrid en partidos sin Iturralde y con Iturralde, tiene unas estadísticas bastante peores con este. En el caso del Barça, al revés: las tiene algo mejores con Iturralde que sin él.
Bueno, pues a él le dieron el Barça-Madrid del 5-0. Sería extravagante achacarle la goleada y sé que el mero hecho de citar este caso es exponerse a la caricatura. Pero si en un solo momento el Madrid pudo meterse en el partido, cuando Víctor Valdés, con 2-0 y tarjeta amarilla, le hizo el penalti a Cristiano, Iturralde se lo negó. Iturralde lleva años en Primera, ha arbitrado bastante a los dos.
¿Quién designa a los árbitros? Un triunvirato. Por la Federación, Sánchez Arminio, que sale en este texto por segunda vez. Por la Liga, Puentes Leira, nada que decir. Y un tercero, López Nieto, árbitro siempre bien relacionado con el Barça, que le invitó a más de un Gamper y le llamó para arbitrar la grandiosa ocasión del homenaje a Cruyff.
Bien, me dirán, ¿y qué tiene que ver Europa en todo esto?
Bueno, pues Villar es vicepresidente de la UEFA, además de presidente de la comisión de designación de árbitros, dato que en España, para mi sorpresa, mucha gente desconoce y menos gente aún valora. También están en la UEFA Gaspart como miembro de la comisión de las competiciones entre clubes (o sea, Champions y Europa League) nada menos y hasta Laporta, en el llamado Consejo Estratégico del Fútbol Profesional., cargo que no sé, dicho sea de paso, si sigue cuidando.
El Madrid no tiene a nadie ahí por ningún lado. Lo más parecido al Madrid que hay es Hierro, que salió de mala manera del club, en el llamado comité de fútbol, que estudia cosas del tipo de propuestas de cambio de norma.
Al revés, Florentino estuvo en la conjura de los grandes clubes, en aquel G-14 que trataba de afianzarse como un contrapoder de la UEFA. Aquel motín se disolvió, pero el resquemor quedó.
Para más completarlo, Platini, desde su llegada, se ha mostrado crítico con el fútbol de los grandes números y favorable al de cantera. Correcto. Pero lo ha expresado públicamente más veces de las convenientes. Criticó explícitamente el fichaje de Cristiano por 95 millones, como criticó la línea Abramovich. De hecho, ha lanzado la iniciativa del ‘fair play’ financiero, para cortar la progresiva incorporación de grandes millonarios a los clubes, cosa que a su juicio desvirtúa la competición.
Así que oficialmente el Barça es un club virtuoso, y además está introducido en la UEFA. El Madrid es sospechoso.
El Chelsea es algo más que eso, está visto poco menos que como un enemigo del sistema. Con todo y eso, se coló hasta una final, felizmente la de Moscú. Pero en otras ediciones le han abrasado. Particularmente cuando se cruzó con el Barça, que es justamente lo contrario. Aquel día fue la tormenta perfecta: Abramovich, enfrente el Barça, y encima si hubiera pasado el Chelsea se habría repetido la final del año anterior, Manchester United-Chelsea, dos de un mismo país. Todo eso junto explica el exceso de Ovrebo, que saltó todos los límites.
Así que no es raro que al Barça le vaya generalmente bien en los arbitrajes europeos también, y al Madrid generalmente mal. Ha puesto sus velas a favor del viento. Sin llegar casi nunca a lo de Ovrebo, claro. Pero no es de extrañar que si Guardiola expresa su preocupación por la designación de un árbitro portugués éste aterrice en la otra semifinal. O que si Mourinho ataca a cinco árbitros le pongan uno de ellos para el partido inmediato. Saldo: Pepe fuera con 0-0, luego los dos goles de Messi. Y gol anulado a Higuaín (anulación de verdad surrealista) con 0-0. Dos empujoncitos oportunos. Que parezca un accidente, como titulamos en AS. Y pasó el Barça.
No culpo al Barça, no se engañen. El Barça no hace más que estar en los sitios en los que hay que estar, hacer lo que el Madrid siempre hizo. El Madrid de ahora hace lo contrario, juega a otra cosa creyendo que va a liderar movimientos de futuro que hasta ahora no han tenido el menor futuro. Y tengo la impresión de que Florentino no entiende ni se entiende con el mundo del fútbol, que se lo figura de otra manera.
Pero el hecho es ése: hay ‘villarato’ y hay ‘platinato’ y las causas y las consecuencias están aquí expuestas.
No sé si usted habrá tenido paciencia para llegar hasta aquí. Muchos habrán abandonado pronto, asqueados. Otros lo habrán terminado, maldiciéndome para sus adentros. Otros lo considerarán verdad revelada, y unos cuantos una concatenación ingeniosa y bien urdida de hechos que apoyen una tesis fantasiosa.
En cualquier caso, quiero dejar claro que, ‘villarato’ aparte, valoro el juego del Barça como el mejor que he visto, o el que más me ha gustado, aunque no sea la única manera de jugar bien al fútbol que se conoce. Que nunca he visto a equipo alguno jugar tan bien y tan sostenidamente treinta o hasta cuarenta partidos al año, durante tres años seguidos. Que Guardiola me parece un ejemplo, al menos en la victoria, que es casi siempre. (En la derrota tras la final de Copa, patinó, es verdad). Que el trabajo de cantera del club es ideal y que en el torneo de Fútbol 7 de Brunete, y en su variante internacional de Canarias siempre he visto en la delegación del Barça una conducta ejemplar, lo mismo en el campo que en los encargados de los chicos, entrenador, delegado y demás. Que Xavi, Puyol, Iniesta y Piqué cuentan con mi admiración en el mismo tono o mayor de la que he profesado a los mejores jugadores españoles que he visto. Y Víctor Valdés, enorme portero, que ha aguantado desde muy joven la portería del Barça y la comparación inevitable con Casillas, que por llegar un poco antes le robó plano. Que Messi me parece un genio cuyo límite quizá esté más allá de los establecidos hasta ahora por los más grandes. Desde luego, a la misma edad ya ha hecho mucho más que Maradona. Que admiro el amor de un país a su equipo, esa identificación de un club con una idea, con una tierra que por otra parte me toca muy de cerca. He escrito bien y muy bien del juego de este Barça muchas más veces que del ‘villarato’, pero tengo la sensación de que nadie lo recuerda.
Y nunca, nunca, he pensado, dicho ni mucho menos escrito que el Barça se esté dopando.
Pero no dejo de consignar que esa habilidad para poner las velas al viento que sopla le produce réditos, y que esos réditos se traducen en un confort de juego del que sus rivales a menudo carecen.
Y que el argumento de que “el Madrid tenía antes esos favores” no va conmigo, pero en todo caso no viene a ser sino una aceptación implícita de la teoría del ‘villarato’, que según eso se justificaría por la necesidad de compensar una injusticia histórica.
Añado que me gusta el fútbol y que esto no quiere decir que piense que todo esté manipulado, sólo influido. Que no se trata de conspiración de gente en torno a una mesa, sino de sutilezas. Que es tan viejo como el mundo y que acompaña al fútbol desde siempre, ya he dicho que basta con recordar tantos mundiales. Y bastantes episodios recientes del Madrid o del Barça.
Yo lo llamo ‘villarato’
Y algo más, a demanda de muchos, como suelo escribir en mi ‘Twitter’. Me recuerdan un artículo de 2002 en el que yo ponía en solfa el victimismo del Barça y el Valencia con respecto a los árbitros por no sé qué incidente que habría favorecido al Madrid, supongo. Quizá sería el ‘ushiro nage’. Bueno, pues es sencillo explicarlo: tampoco creo que el Madrid deba hacerse la víctima ni presentarse como tal. Creo haber escrito muy recientemente que la conferencia de prensa de Mourinho me pareció un error que no conduce a nada. Ni el Madrid ni nadie debe quejarse de los árbitros, eso es estéril o, mejor, contraproducente. No recuerdo haber escrito nunca lo contrario. Me refiero a quejarse públicamente. Se deben quejar en las instancias oportunas, con discreción o, a ser posible, penetrarlas, compartir viaje con ellas, no enfrentarlas directamente.
Yo no soy victimista ni puedo serlo, porque no soy víctima. A mí no me arbitran. Yo cuento lo que veo y opino sobre lo que veo y no me inquieta que otros opinen distinto. Lo que me inquieta es que se sulfuren.