Bueno, a ver, la cosa es más o menos lo siguiente:
A primerísima hora de la mañana, se ordena el desalojo de los "estudiantes" que ocupaban el claustro de la Universidad desde hacía... ¡¡cuatro meses!!. Digo "estudiantes", porque de estudiantes nada. Era una mezcla de okupas, antisistema y algunos de esos adictos a liarla pero en versión supuestamente izquierdosa. Y claro, por qué no, algunos estudiantes que simpatizan con ese tipo de "causas". La gran mayoría jamás han estado matriculados en ninguna facultad.
Ya hace demasiado tiempo que en toda manifestación, especialmente en Barcelona, aparecen unos señores que siempre son los mismos y cuya principal afición es reventar esa mani. Provocar a los polis, quemar algo, romper cristales y mobiliario urbano, y si puede ser, pegarse con la autoridad. Van de que son anti-sistema, y efectivamente lo son, van en contra de, literalmente, todo.
Sobre las 8 de la mañana, los desalojados, sus colegas y algunos estudiantes -sí, los típicos: peroflautas, progres con ganas de acción, etc.- deciden improvisar una performance: cortan el tráfico en la Gran Vía. Para los que no seáis de Barcelona, eso es más o menos como cortar la calle principal de vuestra ciudad -el Paseo de la Castellana, por ejemplo- a las ocho de la mañana. Un verdadero caos, vamos.
Ahí es donde empieza la fiesta. En el primer vídeo, me parece que no hay ningún porrazo a la cabeza. Los mossos de cuadra, perdón, de esquadra, actúan con la máxima profesionalidad que pueden y se dedican a zurrar en brazos y piernas, y bastante poco para lo que podría ser. Y, como dice Barrimore, asustan más que otra cosa. Por cierto, los grititos y lloriqueos histéricos y ultra-pijos de los niñatos son bastante cómicos, la verdad.
Está prohibido dar a la cabeza, tanto por ley como por códigos internos de la policía. Si bien es muy difícil, supongo, mantener el control en una situación así.
Sí, ya sé que hubieron heridos y golpes en la cabeza, como los de varios periodistas, pero lo comento luego. Lo del niño de diez años, pues parece que tampoco fue así. Lo encontraron llorando cagado de miedo porque su acompañante recibió un porrazo, y creyeron en un principio que el niño había recibido, pero simplemente era un ataque de pánico incontrolado. Esa es la última versión que he oído.
Lo de la noche ya es harina de otro costal, pero ambos bandos sabían perfectamente lo que había. Los "estudiantes", aparte de estar "manifestándose" de forma ilegal y violenta (vuelvo a decir que mantener el control en una situación así no es fácil, y eso también va por ellos), intentaron llevar la cosa a las Ramblas (está prohibido manifestarse en las Ramblas) y también intentaron entrar en la Plaça de Sant Jaume, exactamente para meterse en el mismísimo Palau de la Generalitat. Evidentemente, esto es intolerable, y ellos lo sabían. Por la mañana, también hubieron huido hacia arriba, hasta Passeig de Gràcia con la Diagonal, organizando persecuciones y un gran caos e intentando también entra en el Palau Robert, lo cual vuelve a ser inadmisible.
Pero ahora viene la parte divertida de verdad: aquí hay cosas que no sabemos del todo, ni podemos saber. Me explico. Los cuerpos policiales catalanes están literalmente hasta los huevos de la dirección política de los asuntos policiales. Sobre todo de nuestro querido Conseller d'Interior, un súper-gilipollas llamado Joan Saura (ICV), quien parece empeñado en joder a toda la ciudadanía con sus geniales ocurrencias, y que además tiene un problema muy grave de esquizofrenia política: por un lado, es el supuesto representante de la verdadera izquierda -cuando en realidad es un idiota incompetente consumado-, y por el otro es el responsable de la Policía. Su cargo es, además, una trampa política a la que le han llevado sus ansias de poder y su ego, y el resto del tripartito se parte de risa cada vez que la caga viendo como se desgasta políticamente.
Pues resulta que lo de las cargas, los palos en la cabeza y las agresiones gratuitas a periodistas, transeuntes y turistas que pasaban por allí no está claro que fuera una orden, una conjura entre mandos policiales para joder a su jefatura o simplemente el desorden y la incompetencia en estado puro. En los ambientes periodísticos y los corrillos políticos hay muuucho chup-chup con el tema.
Lo que está claro es que las cosas no se hicieron bien: ¿a quién se le ocurre hacer eso en hora punta y sin prever lo que vendría después?
Por cierto, las denuncias a los mossos ya están en marcha, así como una investigación interna que seguramente hará que rueden cabezas. Yo lo que espero es que algún día le metan un rádar por el culo al colega Saura y un arbolito ecológico de metal (200.000 euros cada uno, no funcionan y son horrendos, genial) a su jodida esposa, que compite con él en imbecilidad máxima.
En los ambientes políticos y periodísticos les llaman "los Ceaucescu", lo cual parece ser que les molesta muchísimo. A los demás nos molestan muchísimo su afición a dilapidar el dinero público en gilipolleces y sus brillantes intervenciones públicas.