No, lo tienes mal entendido.
Si tú compras hoy deuda soberana del país que sea, lo harás con los intereses que haya ahora mismo. Ni más ni menos. Si compras deuda a 3 meses o a 10 años, se te pagará lo pactado hoy. Es que hay una especie de sopa mental con esta historia de la prima de riesgo. A ver, tradicionalmente, a muy poca gente le interesaba invertir en deuda del Estado, de ningún Estado (me refiero a estados normales no a Argentina o Venezuela, por ejemplo). ¿Por qué? Pues sencillamente porque las deudas soberanas de los países estables son pues eso, estables, y dan muy pocos intereses debido al bajísimo riesgo que siempre tienen.
¿Por qué te explico esto? Pues porque la deuda soberana, de toda la vida, es una inversión de abueletes (bonos del tesoro, ¿te suena?), mutuas de jubilados y todo tipo de inversores conservadores alérgicos al riesgo o la especulación. Es una deuda tan segura, que los inversores tienen una parte invertida en ella como una especie de "seguro" ante la adversidad. Es un buen negocio: los países pueden acometer grandes y caras infraestructuras, financiar su déficit si lo tienen, y los inversores que deben rendir cuentas a clientes conservadores (la gran mayoría de inversores privados) están tranquilos porque es una inversión segura, y a nadie se le había ocurrido jamás llamar a eso especulación. De hecho, siempre ha sido la inversión más aburrida de todas, porque nunca pasaba nada.
Pero con la crisis, esto ha cambiado. Perdón, ¿he dicho con la crisis? Oh, pues no es por la crisis, sino por el manejo de la crisis que han hecho los políticos que mandan en los países afectados. Veamos, hagamos el repaso:
Irlanda fue la primera en caer. Ante una burbuja inmobiliaria igualita que la Española pero sin sol ni playa, al subnormal que tenían de Primer Ministro no se le ocurre otra cosa que avalar las deudas privadas de sus bancos con el dinero de todo el país. ¿Resultado? En apenas unas horas, Irlanda debe hasta las bragas. Lógicamente, eso que llamamos los "mercados" se dan cuenta de que han estado prestando su dinero a unos ineptos totales que no saben sumar dos y dos. ¿Qué sucede? Pues que las tres agencias de calificación de la deuda soberana bajan rápidamente la calificación de la deuda de Irlanda. Esta pasa de AAA (la máxima calificación) a una inferior a la del bono-basura. ¿Qué significa esto? Pues significa que las grandes instituciones inversoras, las que compran grandes paquetes de deuda soberana, son responsables ante clientes muy conservadoras como ya he explicado antes, y esto significa que en sus códigos de empresa tienen como norma invertir sólo en productos con la máxima calificación. Como Irlanda no cumple ni por casualidad, todos se retiran y ¿quiénes quedan? Efectivamente, los tiburones y los especuladores, empezando por los hedge funds, que exigen intereses altísimos. Lógicamente, claro: si no creo que me vas a devolver lo que te presto, te meto unos intereses que flipas, y si no te gusta te vas a mendigar a otro.
¿Resultado? Irlanda tuvo que acabar pidiendo el rescate porque ni siquiera estos cerdos avariciosos le prestaron dinero. Dinero que era, no lo olvidemos, para que la gente pudiera pagar una deuda que, en realidad, no tenían, por culpa del imbécil que les dirigía.
En España tenemos aún más suerte, en vez de un imbécil, tenemos dos: el de ahora y el de antes. ¿Qué hizo el de antes cuando estalló la crisis? Pues hizo dos cosas: tirarse dos años negándola y luego gastarse dos billones (con B) de ptas. que había de auperávit público en un supuesto plan de estímulo económico, que en vez de servir para invertirlo en cosas que produjeran resultados, lo tiró todo al pozo invitando a todos los ayuntamientos a pedir dinero al Gobierno para reparar aceras, parques y jardines. Esto no me lo estoy inventando ni es mi opinión, esto es así y se puede consultar en cualquier periódico de cualquier tendencia política.
Esos 2 billones eran el superávit de España. Sí, Fervezas, España no sólo no debía ni un duro sino que tenía un superávit público de 12.000 millones de euros. Tras gastarlo en gilipolleces, vino el tsunami: la burbuja inmobiliaria explotó del todo y en 2009 se vio que este país no hacía nada para detener el desastre. Lógicamente, con todo gastado, España empezó a emitir deuda, y los mercados (es decir, las insituciones y entidades que prestan dinero normalmente a cambio de intereses muy bajos) no respondieron. Las agencias de calificación hicieron el resto, y la prima de riesgo española empezó a subir.
Pero no sabéis lo más gracioso: prácticamente todos los países del mundo tienen déficits públicos. España partía de un superávit, así que ni entonces ni ahora tiene un gran déficit impagable. Casi todo el mundo debe mucho más que España. Entonces, si no hay ninguna razón para desconfiar de España y las cantidades de dinero que debe son razonables, ¿por qué su prima de riesgo se ha disparado? Pues muy sencillo: porque lo que cuenta no es si debes poco o mucho, sino si puedes o no puedes pagarlo. Mirad vosotros mismos a nuestro propio país y decidme: ¿creéis que nuestros dirigentes, los de ahora y los de antes, han entendido algo, han hecho alguna cosa efectiva? La respuesta es NO, y los mercados, los malvados mercados, simplemente se niegan a prestar dinero barato porque no se fían. Yo tampoco me fiaría, y vosotros tampoco os fiaríais.
Se habla de "los mercados" como una panda de tipos de traje oscuro y risa malévola, que mueven palancas y sonríen diciendo "jeje, qué malos somos, cómo sufren". Y nada más lejos de la realidad. Los mercados son simplemente fondos de pensiones de, por ejemplo, Canadá, que compran deuda soberana de alta calificación porque no pueden permitirse que sus clientes pierdan su dinero, y sus clientes son, en su mayoría, honrados trabajadores jubilados. "Los mercados" son nuestras abuelas que tienen sus ahorrillos en el banco. Esos son "los mercados". Los especuladores son otra cosa muy distinta que daría para otro tocho, pero evidentemente también existen.