El problema se ha visto venir, no viene de fuera, sino que es la actitud general del español:
Al "científico", a la supuesta élite de gente que ha hecho una licenciatura o ingeniería seria, se le ha tratado aquí como un pardillo (he oído a muchos coetáneos que dejaron los estudios tras la ESO decir "yo no he estudiado y mira qué bien me va") durante años, porque ha perdido el tiempo estudiando, ya que cuando sales al mercado laboral, salvo que seas un ingeniero de telecomunicaciones, o pases por el aro de una oposición y trabajo público, no eres más que un tipo que debería plantearse si cobra más de camarero.
Eso sí, los que trabajaban en una cadena de montaje o en la obra,ale! a meterse en una casa con la novia, y a comprar un buen coche, "que pa eso nos lo hemos ganao". Desde hace tiempo no hay motivación para crear ideas, investigar, o analizar de forma objetiva la realidad.
Parece que hasta que no es evidente la ruina, aquí no hace falta hablar de ella... se votó a Zapatero como corderitos, y la gente, cuando yo hablaba de la idea de una nueva visión de la política en España (elecciones 2008), y de dar marcha atrás en muchas cosas para prevenir otras me decían: mira, todos los políticos son iguales (así que prefiero ni pensar en cómo funcionan las cosas, sino dejarme llevar). Es cierto, son iguales, la diferencia es que a cada uno le toca interpretar un papel según el momento:
Zapatero en la campaña decía: no hay crisis, estamos en la Champions League de la economía.
Rajoy era repelente, pero lo que lo convertía aún más en repelente es que ni siquiera tiene valor para dirigirse a la mente del votante, sino que entra en el juego de dirigirse hacia el voto visceral y emocional, como su contrincante.
Rosa Díez era poco habilidosa, pero todo Dios sabía que decía verdades como puños, así que no interesaba ni para PSOE, ni PP. Y lo mejor: era Satanás para los nacionalistas.
Cuando hablabamos de cerrar nucleares sí o no, aparecían argumentos tipo "ya, ya, como en Chernobyl"
Cuando hablabamos de la peste de miles de funcionarios producidas por la descentralización del Estado y las presiones separatistas, entraban los de "es que en cada sitio hay una sensibilidad nacional, eso es lo primero, y se debe respetar."
Así con todos los debates: reforma laboral, que si el aborto, que si el Estatuto, que si los buenos y los malos de la Guerra civil, que si la Iglesia debería no opinar, etc,... todo discutido con tópicos, dejadez y mirando cada uno su beneficio.
Si alguien entiende con esto que hay que cerrar el pico a los disidentes, no digo eso en absoluto. Solo digo que nos hemos metido de cabeza y con convencimiento en esa actitud simplista, acomplejada, y poco científica nosotros solitos, llamando a unos "fachas" y a otros "progres"...y con eso, fin de la discusión... así que el presente es hoy negro, ahora a buscar cortar una cabeza (que lo merece, pero desde hace muuuuucho tiempo).