Pues yo he tenido dos profesores hasta el momento: el primero tenía una técnica impresionante, estudios de percusión y conocimientos inalcanzables para mí, pero no transmitía la pasión que se debe sentir por un instrumento y la verdad es que cuando tocaba era impresionante. El segundo en cambio había dado clases de joven y se había dedicado a su grupo por completo, sin realizar más estudios. No era un virtuoso de la técnica, incluso su vocabulario no era demasiado especializado, pero, oye, transmitía una energía y unas ganas de hacerte practicar en cada clase que salía dando golpes por todos lados.
Conclusión (propia): el profesor debe saber motivar y transmitir pasión por lo que hace.
Conclusión (propia): el profesor debe saber motivar y transmitir pasión por lo que hace.