Es un buen momento para cambiar un poco de tema, así que... tachááááán... hablemos de dentistas.
A ver si llegamos a alguna parte...
Hoy he ido al dentista. Dolor. Dolor en mi boca y dolor en mi cartera. Y encima casi te tienes que disculpar por no tener dinero para ponerte unos implantes... Bueno, la broma me ha salido por unos 1400 euros, un jodido puente en vez de 3 implantes que me costarían 4 ó 5 veces más. Y lo que me queda...
En fin, cuando trabajaba en hospitales y hacía pocos años que se hacían implantes en España, cada uno costaba unos 4000 euros. La última vez que lo miré, un precio razonable en una cadena de fanquicias tipo Vitaldent, costaban unos 2.500 euros cada pieza. Hace mucho tiempo, conocía a alguien que fabricaba piezas de odontología, y al preguntarle por qué los dentistas eran tan caros, me respondió que los márgenes grandes se los llevaban los dentistas, que los proveedores como él tenían márgenes muy pequeños. Bueno...
No sé si os habéis fijado, pero en estos últimos años, con el boom de la inmigración, uno de los negocios que más han florecido han sido precisamente las consultas pequeñas de dentistas. Suelen estar regentadas por sudamericanos -hay muchísimo inmigrante perfectamente titulado-, que cuentan con la ventaja de que conocen a la perfección nuestro idioma. A menudo, sus consultas están instaladas en pisos de alquiler, o en bajos más bien humildes pero con todas las garantías. También a menudo, su mujer o sus hijos les hacen de secretaria o auxiliar.
Esta gente no puede competir con los dentistas de aquí de toda la vida, con sus amplias consultas blancas, iluminadas, todo tan europeo y tan pijín. ¿Cómo compiten pues para poder ganarse la vida? Bueno, pues bajan precios. Bajan precios y tienen mucha clientela que también es inmigrante como ellos. Y alguna clientela del país que no puede pagar los precios de según qué sitios.
Eso quiere decir que los precios de los dentistas caen, o que caerán, y todos seremos un poco más felices. Todos excepto los dentistas de toda la vida, que podrían empezar a quejarse y pedir, por ejemplo, que los extranjeros no pudieran ejercer la odontología. No, eso no quedaría nada bien. Bueno, pues que con cada consulta al dentista y con cada cosa que lleve azúcar se pague un canon, para compensarles la pasta que han dejado de ganar. No, creo que eso tampoco funcionaría.
No funcionaría por una razón muy simple. La razón es que el mundo cambia, y tenemos dos opciones: cambiar con él o que el cambio nos devore porque no sabemos -o no queremos- adaptarnos. Podemos ir a preguntarles a los trabajadores de la empresa Olivetti, la de las máquinas de escribir, a ver qué les parece.
No veo por qué un dentista tiene que estar forrado. Tampoco veo por qué un cantante tiene que estar forrado. Los demás también trabajamos, y las posibilidades técnicas y la inmensa bajada de precios de los equipos de grabación han hecho posible lo que hace unos años era impensable: poder grabar en casa con una calidad a veces mejor que la calidad de los aparatos con los que se grabaron muchos discos capitales.
Los dentistas deben bajar precios u ofrecer unos servicios mejores. Exactamente igual que los artistas, no veo ninguna diferencia. Si ya no se venden discos -mentira, se venden canciones por Internet y royalties para cosas como Rock Band- o se firman contratos con discográficas -no hace falta, te montas tú la discográfica-, pues se inventan nuevas formas de hacer cosas.
A Steven Wilson le van muy bien las cosas, y no parece importarle demasiado vender mucho o poco. Alguien podría contestar que es un caso excepcional porque tiene mucho talento, pero la respuesta a eso es sencilla: sí, pero en vez de aplicar ese talento a producir singles comerciales y fáciles, se complica la vida haciendo una música que casi ningun medio mainstream difundirá jamás.
Ahí tiene el Sr. M-Clan la respuesta: que deje de pensar como si viviera en 1982 y empiece a darse cuenta de que, además de un grupo, tiene una empresa, ya que tanto le importa el dinero que según él pierde con la piratería. Y si no le gusta, siempre puede estudiar odontología...