B
Yo antes trabajaba en una ludoteca, y tuve que llamar a una tal Chenoa porque era la hora de irse. Me dio vergüenza ajena. Ahora mismo no recuerdo muchos nombres que fueran curiosos, excepto unos hermanos que se llamaban algo así como "pedro TIRIRÍN" (algo así, no recuerdo, ahora). Cuanto menos, curioso.