He de decir que algunas cosas que en este post se dicen, en el momento y forma en que se dicen, me han quitado por momentos las ganas de participar en él, sinceramente, me han parecido totalmente fuera de lugar.
Los trapos sucios no sirven para nada y quien los saca queda muy mal a mis ojos, porque el pasado es pasado a no ser que alguien se ocupe de traerlo una y otra vez al presente, cosa que no comprendo que lo haga si realmente no le gusta.
Bueno, que como dijo Hamlet en la obra homónima de shakespeare: "algo huele a podrido en Dinamarca", y a mí algo me ha olido, porque no veo apropiado justificar el infligir un maltrato en base al maltrato recibido. Si el maltrato no es deseado para recibirlo, tampoco es deseado para infligirlo, ni si quiera como respuesta.
Uno no enseña lo que sabe, sino lo que es.
Ahora al post:
Pienso que las drogas tienen mucho más que ver de lo que se ha comentado en los problemas cada vez más y más gordos de enfermedades mentales y trastornos de conducta.
Tengo más de un amigo o conocido que estoy convencido de que el origen de su enfermedad mental proviene de haber tomado drogas, sobre todo de haberse pasado de la raya o haber mezclado varias drogas a la vez. Me toca muy de cerca y a día de hoy tengo que padecer junto a alguno de ellos su problema, porque son mis amigos y los quiero, pero es chungo y sé que es por las drogas, lo sé porque su problema comenzó con una rayada por pasarse con las drogas en un Festimad o un Espárrago rock, no me acuerdo. Eso por decir uno en concreto.
También veo a mi alrrededor muchos problemas con la peña que toma coca, se transforman y sacan lo peor de ellos mismos, y generan mucho daño a sí mismos y a los demás.
Por otro lado, también es cierto lo de la desatención de los padres de la educación de los hijos, y sobre todo porque somos cada vez más pobres porque no nos damos a nosotros mismos ni a los demás lo más valioso que tenemos: TIEMPO.
Pero nada que ver eso con tener la mano suelta, porque normalmente las personas que utilizan la violencia son aquellas a las que les han enseñado con violencia.
No digo que NUNCA se pueda utilizar la fuerza (hablo de la fuerza, no de la violencia), sino que lo mejor es mostrar que hay muchos recursos antes de ella, porque normalmente es un atajo, una solución que debería ser excepcional y de emergencia y que sin embargo parece que se usa como tratamiento ordinario rápido para salir del paso sin más trabajo, pero que conduce al rencor, la incomprensión y que la víctima le haga pagar el pato a otro inocente que pase por ahí con el que se pueda desahogar.
Probablemente la gente violenta suele ser aquella que en su vida, en cuanto se han pasado un poco de los límites que los demás le imponían, les han soltado una ostia, igual que ellos hacen ahora con los demás.
Decís que lo mejor habría sido que alguien le hubiera atizado y le hubiera dado su merecido, pero no estoy de acuerdo: en su elemental forma de ver las cosas, sólo habría necesitado eso para que él viera totalmente justificado el haber sido agresivo, porque el mundo es agresivo y entonces él lo es también.
Sólo cuando se encontró levantándole un gato a un señor que probablemente le miraba con cara de "qué estás haciendo muchacho", se dió cuenta de lo que estaba haciendo. Se dió cuenta como para salir zumbando, y seguro que maldiciendo lo que había hecho, porque ahora se le caerá bastante el pelo, SEGURO, porque tiene todas las papeletas por no controlarse y tener la mano demasiado larga (como le pasaba, probablemente, a aquellos que le "educaron").
Tenemos la mano demasiado larga y pensamos que se arregla todo con un par de palos, y no es así.
Y repito, a veces puede ser necesaria la FUERZA, pero creo que nunca es verdaderamente buena ni necesaria la violencia.
Y dime tú, sinceramente, la fuerza que realmente se necesita con los niños, que sabiamente la naturaleza les ha dado el ser más débiles... seamos creativos y estemos más dispuestos a sacrificar algo de nuestro muchas veces desperdizable, televisable, alcoholizable y playstationable tiempo en educar a través del amor y la comprensión y no de la fuerza y el miedo, y menos aún de la violencia.
Un abr¿azote?
Rubén