Con todos los respetos hacia todos sin exclusión un plato es... una simple pieza de metal ( platos fundidos), chapa (en el caso de los platos estampados- económicos) que suena más o menos bien. El uso de un limpiador u otro no va a tener consecuencias más allá de lo puramente estético, siempre que lo que se use para tal fin se encuentre dentro de lo razonable. Los distintos limpiadores específicos a la venta (yo me niego a venderlos en mi tienda, me parecen una estafa), están compuestos fundamentalmente de amoniaco, si si, amoniaco. Una botella de este producto puro en el supermercado viene a costar unos 60-70 céntimos. Y los resultados con su utilización son muy buenos, especialmente en el caso de los platos con acabado brillante.
Proceso de utilización:
1. En una habitación ventilada, aplicar amoniaco puro con un trapo de algodón (una camiseta vieja también vale), evitando respirar los vapores.
2. Aclarar con otro trapo humedecido con agua.
3. Secar y abrillantar con otro trapo seco, que sea de algodón 100%
4. Si un plato presenta incrustaciones de óxido, aplicar el amoniaco localmente con un cepillo de dientes de los suaves, en el sentido de los surcos.
5. Si lo que tiene el plato son "años", la suciedad es en realidad la "pátina", y eso es mejor ni tocarlo.
Limpiar un plato no modifica su sonido, a no ser que la suciedad que levantemos sean costras de óxido de un milímetro o los típicos pegotes de pegamento por haberlo sometido a la tortura de las sordinas...
Un plato viejo suena diferente porque molecularmente se ha asentado. Los platos nuevos suenan más agresivos hasta pasados unos dos años, que es el periodo en el que se suelen asentar. Es también en este tiempo cuando son más susceptibles de romperse.
Un saludo a todos