Lo que no se yo es como no se han nombrado todavía los premios Darwin, que se otorgan a las muertes más absurdas (o como ellos dicen, a aquellos que con su muerte ayudan a mejorar la evolución humana)
Hay muchas páginas por ahi que los nombran, incluso yo tengo un archivo con un monton de ellas (si alguien lo quiere que me lo pida), pero pongo aqui la que creo que es la mejor de todas.
"La Patrulla de Caminos de Arizona quedó desconcertada cuando encontraron una pila de chatarra incendiada embutida en el costado de un acantilado que se encontraba sobre una carretera en el ápice de una curva. Los trozos de metal dispersos parecían el sitio de un avión estrellado, pero se convertirían en los vaporizados restos de un automóvil. El modelo de vehículo era inindentificable en la escena.
Los muchachos del laboratorio finalmente se figuraron que sucedió, y juntaron las piezas de los eventos que llevaron a este accidente.
Parece que un sargento de la Fuerza Aérea logró de alguna manera apropiarse de una unidad JATO (Jet Assisted Take-Off, unidad de asistencia al despegue). Las unidades JATO son cohetes de combustible sólido usados para dar a los pesados aviones de transporte militares un impulso extra para despegar de pistas de aviación cortas.
El fondo de un lago seco y desértico fue la ubicación elegida para romper el record mundial de velocidad de vehículos terrestres. (...) Unió la unidad JATO a su auto, saltó dentro, aceleró a máxima velocidad y encendió el cohete.
Los hechos, tan bien como pudieron determinarse, fueron los siguientes:
El operador conducía un Chevy Impala modelo 1967. El encendió el JATO aproximadamente a 6,3 kilómetros del sitio del accidente. Esto fue establecido porque en esa ubicación se encontró un prominente porción del asfalto chamuscado y derretido. El vehículo rápidamente alcanzó una velocidad de entre 400 y 480 kilómetros por hora y continuó a esa velocidad, a toda potencia, por unos adicionales 20-25 segundos (...)
El Chevy permaneció dentro de la recta carretera por aproximadamente 4,18 kilómetros (15-20 segundos) antes de que el conductor aplicara los frenos hasta que se fundieran completamente, volatilizando los neumáticos, y dejando densas marcas de caucho en la superficie del camino. Entonces el auto se convirtió en aerotransportado por unos dos kilómetros adicionales, impactando en el acantilado a una altura de unos 38 metros, y dejando un ennegrecido cráter de unos 90 centímetros de profundidad en la roca.
La mayor parte del conductor no fue recuperada; sin embargo, pequeños fragmentos de hueso, dientes y pelo fueron extraídos del cráter, y una uña fue removida de una porción de los restos que se cree que eran parte del volante.