Bueno, yo creo que esto es en realidad muuuuy complicado, más de lo que la mayoría pensáis.
Para empezar, en África tienen un pequeño problema, además de los ya conocidos por todos: les encanta el ñaca-ñaca. Si pudieran, estarían todo el día fornicando. Por cultura y costumbres hay mucha promiscuidad y eso es un grave problema en un continente donde sólo hay pobreza y muy poca educación, especialmente la sexual. En algunos países, un tercio de la población está infectada. Si a nosotros esto del condón nos parece una mierda, imaginaros lo que les parece a ellos. Pero al igual que nosotros tenemos unas ciertas probabilidades de acabar lamentando no habernos puesto esa gomita cuando podíamos haberlo hecho y lo sabíamos, ellos tienen muchas más posibilidades de arrepentirse cuando ya es demasiado tarde.
Digamos que hay un problema de urbanidad sexual, por así decirlo.
Por otro lado, a los que tanto asco os da la Iglesia, sólo deciros que se nota que no sabéis absolutamente nada de ella, especialmente a la hora de ayudar a los pobres. Cualquier ONG mínimamente seria sabe que actuar en cualquier país del Tercer Mundo significa consultar primero con los religiosos del lugar, que son las únicas personas que pueden dar información e indicaciones sensatas y correctas sobre cómo actuar allí. La cantidad de monjas, curas y misioneros católicos que dedican toda su vida y todos sus esfuerzos en ayudar a los más miserables es enorme, y a cambio de nada. Y, como ya ha dicho Barrimore, no dejan de repartir condones y enseñar algo de educación sexual -especialmente higiene- a todos, sobre todo a las mujeres. Eso lo he visto yo con mis propios ojos, y pocas veces lo he pasado tan bien en mi vida como cuando acudía a las misas, que se celebraban en swahili: un auténtico festival de dos horas de duración. A estos héroes y heroinas, que tienen muchos más huevos que todos nosotros juntos, les importa un pito lo que el colega Mazinger diga al respecto. Y el amigo Mazinger hace ver que no sabe nada, pero lo sabe y lo sabe muy bien, y lo tolera siempre y cuando se lleve con discreción. Como siempre digo, estaría bien saber algo de un tema antes que decir que todos los curas no-sé-qué...
Y, para acabar, me es difícil describir la repugnancia que siento por Daddy Mazinger y sus coristas púrpuras. Pero eso no cambia que él simplemente se dedica a defender su "negocio" de la única forma que sabe, mientras el mundo sigue girando a su alrededor cada vez más rápido. Como bonito ejemplo de lo bien que les va con esa política de mierda que lleva la Curia Vaticana, ya habéis visto el tremendo éxito que ha tenido el glorioso comeback de las misas en latín y a espaldas de los feligreses. Y lo bien que les va en países como España, antiguo bastión ultra-católico. O con la investigación con embriones y células madre. O con los escándalos de pederastia a lo largo del mundo.
¿Las palabras de Daddy? Oh, vamos, dejando aparte la burda manipulación de los vídeos y los informativos, hay que tomarlo con humor, este hombre lleva una buena temporada metiendo la pata a cada cosa que dice o hace... No me negaréis que lo de los obispos lefebvristas nazis ha sido muy cómico.
Esta gente tiene un problema: la realidad es un pesado tren de mercancías que siempre acaba pasando por encima tuyo, tarde o temprano, por mucho que intentes apartarte.