Bueno, yo como ya sabéis algunos soy independentista los lunes, miércoles y viernes, y no lo soy los martes, jueves y sábado. Los domingos suelo declararme norteamericano...
Así que, desde mi humilde estado esquizofrénico, sacaré mi bola de cristal particular y haré unas prácticas no sé si de profeta o de bruja Lola:
La cosa es que por mí, la Comunidad Valenciana o las Illes Balears pueden hacer con su identidad lo que les apetezca, faltaría más. Ahora bien, pongámonos hipotéticos. En un mundo de ciencia-ficción en el que se diera el caso de una secesión posible de Catalunya, mi bola de cristal me dice que, puestos a elegir, tanto València como las Balears se lo pensarían muuuucho muuuucho, y a la hora de pesar ambas opciones en la balanza y teniendo una mínima perspectiva de futuro, se produciría el mágico efecto de donde dije digo digo Diego, y magia potagia, de la nada surgirían un montón de fuerzas vivas de ambos territorios, probablemente mayoritarias, que abogarían por unos estupendos Països Catalans.
Esto que digo no es gratuito. Es una cuestión económica y, cómo no, cultural. Por supuesto, es altamente improbable que esa situación se produzca, así que no hay manera de comprobar si estoy en lo cierto. Es tan sólo mi opinión, pero si lo pensáis un poco puede que no estéis de acuerdo, pero reconoceréis que no es ninguna insensatez. No me extrañaría ni un pelo ver cambios de opinión imposibles y giros de 180 grados, además de nervios y ruidos telúricos procedentes de Murcia.
¿Me estoy pasando con mis predicciones meteorológicas, o simplemente estoy confirmando la fuerza de la gravedad? Agradecería respuestas un poquito pensadas, si puede ser...