drummer723 dijo:
"...Los convergentes proponen la creación de un delito específico de violencia urbana con la posibilidad de imponer la prisión provisional como medida cautelar y la modificación del derecho de reunión..."
miedo me da eso, encima con los cafres estos que tienen mayoria absoluta, solo hace falta que les den mas ideas
Pues ya ha triunfado la cosa:
El Congreso aprobará mañana tipificar la violencia urbana como delito y fortalecer la seguridad en manifestaciones
http://www.europapress.es/nacional/...seguridad-manifestaciones-20120718170553.html
Si es que es de libro: ante las protestas pacíficas los gobiernos reaccionan con violencia. Esto a su vez radicaliza las protestas y se vuelven más violentas. Entonces los gobiernos se amparan en la seguridad y la "protección" de la ciudadanía para restringir derechos de manifestación, reunión, etc y convertirlos en delito.
Y no lo digo yo. Son estrategias muuy viejas en estos temas. De hecho, el comisario que fuera durante un tiempo responsable de la formación de los mossos ya en 2009 basó su tesis de fin de master en 4 modelos de actuación ante los okupas/antisistema de Barcelona. No se decanta por ninguno, sólo los expone. A saber:
- Modelo von Klausewitz
- Modelo Sun Tzu
- Modelo Miyamoto Mushasi
- Modelo Julio César
El documento hace un tiempecillo que rula por la red. Os recomiendo echarle una lectura.
El original en catalán:
http://www.setmanaridirecta.info/sites/default/files/la síndrome de sherwood.PDF
La traducción al castellano:
http://www.slideshare.net/tarcoteca/fin-master-david-pique-da-asco
Os dejo de aperitivo el modelo Miyamoto Mushasi, que es el más bestia y del que el propio autor de la tesis reniega. De todas maneras, a ver si os suena:
"En términos militares o políticos, a veces se ha permitido ciertos excesos en el futuro enemigo, incluso provocándoles, para así justificar una intervención de "respuesta" que sea comprensible para la población civil propia, que deberá apoyar la intervención militar. Muchas de estas acciones previas podrían haber sido evitadas, pero precisamente por eso se han permitido y tener así la excusa. En estas situaciones, cuanto más inocentes sean las víctimas propias iniciales, mayor será la excusa para atacar. No hace falta ir muy lejos para encontrar los ejemplos necesarios: Guerra hispano-norteamericana en Cuba, guerra de los Balcanes, Pearl Harbour, USA-México por Texas, la mayoría de las guerras árabe-israelíes o la invasión de Polonia de los nazis.
Si volvemos al mundo de la táctica policial - o también estrategia política -, por desgracia nos encontramos ejemplos de la aplicación de esta doctrina, algunos de ellos recientes. En este caso no hay estudio del terreno, no importa, que lo escoja el enemigo. Tampoco hay acciones previas para disminuir la capacidad de hacer daño o provocar daños del rival, cuanto más fuertes se vean, más valientes se sentirán y más enfrentamientos habrá, que es lo que se busca. Si no hay enfrentamiento no hay heridos ni detenidos.
En esta situación la policía concentra muchas fuerzas en pocos lugares y fuera de la vista de quienes posteriormente serán atacados.
Incluso si la concentración o manifestación, que es de lo que estamos hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes para calentar el ambiente. También se pueden hacer "redadas" preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar drogas o lo que sea necesario. La "redada" estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.
La consecuencia previsible de estos comportamientos previos y el diseño del dispositivo policial, es que acabará con una "batalla campal".
Además de la estrategia previa, en cuanto algún grupo descontrolado empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven y cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se retrasa deliberadamente hasta que los daños producidos son socialmente inaceptables. Es entonces cuando se producen las cargas policiales que en ningún momento quieren ser disuasoria, no se disimula.
Es va directamente contra los manifestantes, que ya son considerados vándalos, y se les ataca con suficiente velocidad para que no dé tiempo a la fuga y se provoque el enfrentamiento físico. En este estadio, los manifestantes atacan a la policía con todo lo que tienen y que les ha dejado tener, realmente se están defendiendo, pero no lo parece. Han sido acorralados. La violencia entre agentes y manifestantes se desata, se personaliza y se descontrola.
Es lo que se quiere. Comienzan a aparecer víctimas inocentes - daños colaterales se dice ahora-.
Los que han rehuido el enfrentamiento, se encuentran con el resto de unidades policiales que les cierran el paso y que no hacen detenidos - prisioneros -, la dispersión no es voluntaria , es a golpe de defensa (porra) y cualquier atisbo de resistencia es contestada con contundencia exagerada y detenciones masivas.
En las batallas de la antigüedad, era cuando se envíaba a la caballería a perseguir a los que huían mientras la infantería extermina a los que se han rendido en el campo de batalla.
Lamentablemente, esta táctica no es exclusiva de regímenes totalitarios, también se da con demasiada frecuencia en muchas democracias occidentales. Quizás puede ser debido a dos factores: Una estrategia política que no considera otra opción que no sea la visión del problema como un conflicto de orden público y el otro, en la que se encarga el control de la calle y los manifestantes / activistas a unidades policiales poco disciplinadas, vengativas y provocadoras."