Tuvo buen sonido abajo, porque yo arriba no oía mi voz ni mi guitarra... pero bueno, dicen que sonó muy bien abajo y me alegro de ello.
La verdad es que estuve con el técnico durante el concierto de los otros grupos que iban delante diciéndole cosas para que sonara bien.
Cuando un técnico no es músico, le pasan cosas como por ejemplo no darse cuenta de que el bajo no se oye.
Fundamentalmente porque cuando sí se oye, tampoco lo oye, jajaja.
Así que pese a que retorcidamente no me hubiera interesado, he buscado que todos sonemos lo mejor posible y al menos el técnico se dejaba asesorar y eso sonó bien abajo a partir del momento en el que le metí mano (no me saquéis de contexto lo de "sonó bien abajo a partir del momento en el que le metí mano" eh?. Sí, sí, lo digo especialmente por Hammer, Carles, Surko y alguno más de esa calaña...jijiji
Pero en fin, que una vez arriba, eso era un desastre.
Bueno, decir con respecto al violinista que tiene una personalidad muy peculiar, es un tipo de esos que tiene un algo especial para la música, una sensibilidad brutal.
Pero esa sensibilidad brutal la tiene para otras cosas y no se lo ha trabajado en algunas de ellas para que no le perjudique a él ni a los demás.
Entonces, conforme llegaba el momento de ensayo general y vísperas del concierto, le pasó lo mismo que le pasa a un perro cuando tiran un cohete, que fuera de toda lógica mete el rabo entre las piernas, no escucha voz ninguna ni tan siquiera la de su amo, y sale huyendo debajo de la primera cama o lugar recóndito que encuentre y de ahí no lo sacas.
Vamos, que se acojonó vivo.
Qué cosas, es un genio.
El otro día terminamos un ensayo y de repente se sienta en el teclado y empezó a tocar a todo trapo un booggie, que eso no es nada fácil.
El teclista con la boca abierta.
Luego se sentó a la batería, al tipo no se le va el tempo, aunque empezó un poco juntando manos y pies, en seguida cogió la hebra...
Toca lo que le eches, y por supuesto cuando se pone al violín yo empiezo a notar cómo mis gónadas trabajan al doble de velocidad (jajaja, esto le tiene que hacer gracia a Miriam, que un día vino con su marido a un ensayo individual y empecé a simular un orgasmo cuando el chaval hizo con el bajo unas líneas muy guapas que me estaban encantando, juasjuasjuas).
En fin, que hay que comprender al chico, su pánico y a la vez la vergüenza de reconocerlo, lo que le motivó a querer desaparecer, que le tragara la tierra directamente y hacerlo sin dar explicaciones porque era una vergüenza para él.
Ya le dije ese día que no volveríamos a tocar, se ha disculpado un poco infantilmente pero consciente de lo que ha pasado y seguro sintiéndolo mucho.
Todo está bien, todos hemos aprendido de esto, mucho, así que genial.
Me gusta, así en la final sorprenderemos más cuando aparezcamos con un percu, con los metales, con el violín y un par de mozas coristas moviendo las cuerdas vocales (que sí, que no da la cosa para mover otra cosa, esto es música y no un parque de atracciones), porque VAMOS A PASAR A LA FINAL.
Un abrazote
Rubén