Bueno, creo que el mensaje ha quedado claro, pero creo que no has captado el mensaje ni de lejos xaval. Una buena herramienta ayuda bajo tus pies y donde sea. No he querido decir que con una buena herramienta se trabaja mejor. Creo que eso cae por su propio peso, aunque si le das un doble pedal a un cerdo, como mucho te plantará un pino encima. Aunque tengas una buena herramienta, tienes que saber usarla.
Pero a lo que iba, el primer mensaje iba para los buenos entendedores, que dicen que con pocas palabras les basta, este ahora va dirigido en exclusiva para Cueto.
Si te compras una porquería de doble pedal, te gastas 85 o 100 €, y te acostumbras a tocar como una porquería, lo único que adquieres es algo de coordinación. Pero la pegada y el sonido, una puta mierda. El retroceso, la resistencia, la robustez del pedal, todo. Y acostumbras al oído a escuchar una mierda de pegada, la cual evidencias que está de puta madre porque es lo que escuchas cada vez que le pegas. Sin embargo, que es lo que he querido decir, si te esperas un poco, ahorras un poco más de pelas, y te compras un doble pedal que haga honor a su nombre, no sólo por el nombre, valga la redundancia, además de ir cogiendo coordinación, acostumbras al oído a una pegada limpia y seca, y acostumbras a tus piernas y pies a una pegada y un retroceso totalmente diferente, además de las cientos de convinaciones personalizables que te dan un buen doble pedal.
De lo contrario, si empiezas con una porquería de pedal, y después te compras un buen aparato, pues te pasa lo que me pasó a mi, que la coordinación más o menos la tienes, pero la pegada, la resistencia y el retroceso, cambiaban un 100x100 con lo cual tuve que practicar con él como si empezara de 0. Conclusión, los primeros 100€ del pedal porquería fueron un desperdicio.