Mi pareja no aguanta ni dos minutos de ver tocar a Dave Weckl.
Cada vez que escucha el directo de Pedro Guerra me dice que es preciosa la batería de Vicente Climent.
La música no es (solo) para músicos, la música existe para despertar un sentimiento en el público. En mi caso, en el de Colaiuta y en el de Ramon Drummer, ese sentimiento, esa emoción la despierta Dave Weckl, en mi caso por igual (lo juro) la despierta Vicente Climent. En el caso de mi pareja solo la despierta Vicente Climent, quizá porque no tiene el criterio viciado del músico y solo se guia por sus sensaciones. ¿Quién tiene razón...?
La música esta hecha para crear una emoción, no una razón, no una puntuación... Es compartir, no competir, afortunadamente.
Cada vez que escucha el directo de Pedro Guerra me dice que es preciosa la batería de Vicente Climent.
La música no es (solo) para músicos, la música existe para despertar un sentimiento en el público. En mi caso, en el de Colaiuta y en el de Ramon Drummer, ese sentimiento, esa emoción la despierta Dave Weckl, en mi caso por igual (lo juro) la despierta Vicente Climent. En el caso de mi pareja solo la despierta Vicente Climent, quizá porque no tiene el criterio viciado del músico y solo se guia por sus sensaciones. ¿Quién tiene razón...?
La música esta hecha para crear una emoción, no una razón, no una puntuación... Es compartir, no competir, afortunadamente.