Cueto dijo:
Mi parte cientifica no lo puede explicar y mi parte humana y experimental no lo puede dejar de creer.
Esa, y no otra, es la principal razón de que en el año 2008 estos debates aún estén vivos: existen experiencias o testimonios que prueban que estas cosas existen y funcionan aunque la ciencia o la técnica no las puedan explicar.
Lo racional, a mi parecer, es: si algo nos parece paranormal, pero las ciencias lo consiguen explicar, dejemos de decir que es paranormal. Y si algo no podemos explicarlo actualmente, tampoco afirmemos que es el 'poder de la mente', o 'poder de las piedras', o lo que sea. Lo más racional, insisto, es decir: la ciencia actual aún no lo ha conseguido explicar.
Ejemplo: las piedras preciosas o los cristales minerales no pueden actuar como antenas, o catalizadores, o acumuladores, o como queráis llamarlo, de energía. Bueno, en primer lugar deberíamos definir qué energía es la que decimos que capta y transmite al cuerpo, y después aclarar la forma de transmisión de esa energía.
Creo más que una persona tumbada en una camilla, en una estancia agradable, silenciosa, se relaja fácilmente aunque no le pongamos minerales por el cuerpo. Es decir, el que quiere y está predispuesto a relajarse, lo conseguirá. Estom lo saben bien los hipnotizadores (los de verdad, no los de la tele), que afirman que si alguien no quiere ser sugestionado, no hay nada que hacer.
Chemaco dijo:
Hay muchas cosas de las culturas orientales que no podemos entender con una vision occidental pero que curiosamente ellos llevan milenios utilizando y les ha ido muy bien.
Existen en el cuerpo unos "canales" energeticos llamados meridianos que pueden ser estimulados de diferentes formas y con el fin de obtener diferentes resultados (...) Uno de ellos, sin lugar a dudas son las piedras (...) Se utiliza como conductor de la energia (que esta en todas partes) hacia tu propio cuerpo. No importa que lo creas o no, importa que lleva siglos funcionando a millones de personas.
Has empleado una serie de topicazos que tienen en común las piedras mágicas, los zahoríes, los mentalistas, etc.: lo oriental es misterioso (o lo egipcio, o lo azteca, o lo celta, etc.), millones de personas durante siglos lo corroboran (truco publicitario vigente hoy día en cualquier medio de comunicación: ejemplo, Banco ING), energía que se canaliza hacia el cuerpo... (la energía siempre ha sido fascinante: enciende luces, transmite sonidos, atrae cuerpos, etc.) Esto seguro que lo saben explicar bien los sociólogos.
Los canales energéticos en los seres vivos cordados se llama sistema nervioso (¡Olaf!, ¿dónde estás? ¿lo he dicho bien?); es cierto que estimulando un punto de este sistema nervioso se produce una sensación en otro, y no hace falta acupuntura: todos hemos sentido al rascarnos la planta del pie que en alguna zona de la espalda notamos un cosquilleo.
La energía que puede transmitirse a un ser vivo es: eléctrica, magnética, gravitatoria, térmica. A lo mejor me olvido de alguno. Pero estos tipos de energía son conocidos actualmente lo suficiente como para descartar explicaciones absurdas a fenómenos paranormales, aunque indudablemente queda mucho por descubrir. Lo malo es que el plazo para descubrir más principios científicos supera el tiempo de vida de cada persona, por eso uno se muere manteniendo sus creencias porque no ha vivido los años suficientes para ser espectador de los avances.