From Valencia con amor
El sábado de la kedada primer aniversario le regalamos al webmaster un parche firmado por todos los asistentes. La entrega fue un acto emotivo, con discursito y todo.
No obstante, a día de hoy, puedo decir que hubiese sido mas practico regalarle un reloj tamaño "public enemy" o algo parecido a los relojes tocapelotas que fabricaba el doctor Sembei Norimaki.
El plan era simple. Yo había conseguido que una cita con el medico que tenia a las 12:30 se adelantara a las 10:30, así que seria recoger los trastos a las 12:30 y partir yo y Armfher, raudos a Madrid, porque Matus tenia una reunión a las 16:30 de la tarde, y nos alojábamos en su casa.
Os lo imagináis, no?
A la una del mediodía aun estábamos en una copistería, copiando y cortando identificaciones, así que después del avituallamiento (menú viaje, consistente en arramblar en la sección de bollería del mercadona, sumarle una coca cola, unas papas, y poco mas), a eso de la una y media, seguíamos en valencia, haciendo un par de recadillos, y por fin, a las dos, partíamos para Madrid, picándonos con el GPS a ver cuantos minutos podíamos "arañar" hasta llegar a nuestro destino. A nuestro favor diré que hacia una lluvia de estas de “ahora si, ahora no”, jodiente a mas no poder, y un clima que no invitaba a estar en otro lado que no fuese tu casa.
Obviamente, hubo un cambio de planes, y acordamos con Matus que primero nos perderíamos por Madrid y veríamos el albergue, y luego ya invadiríamos la casa freak, propiedad de Eva y Carlos. Y nos perdimos. Vaya que si nos perdimos. Porque, amiguitos, sabed que el GPS no tiene señal en los túneles de Madrid. Esos túneles que parecen más un nivel del Doom de tantas bifurcaciones. Así que, solo quedaba elegir una, y cruzar los dedos para que, cuando viésemos la luz (ooooh!) no apareciésemos en la otra punta de Madrid.
No obstante, con la ayuda de san GPS bendito, conseguimos llegar a nuestro primer destino: parada de metro de casa de campo. Porque eso era otra. El albergue no aparecía. Ni en el GPS, ni en el google maps, ni en la guía michelín, ni en la bola de Rappel. Y no tenía dirección alguna salvo "Casa de campo sin número". Concreto y preciso, si señor. Así pues, lo que nos dicen: "tirad p'al lago, pero por ahí no que esta cerrado por las putas". Así pues, tras dos o tres intentonas mas, y decidir que los madrileños tiene un complejo que intentan suplir construyendo fuentes grandes que expulsen agua blanquecina y espumosa a muchos metros de altura, llegamos al lago donde un señor con una encantadora esposa llamada petra y unos pelos que le asomaban por las orejas cual reloj de cuco nos dice que hay que irse por el camino este de ahí, que esta cortado. Por las putas. Una putada, vaya.
Así pues, decidimos que, ya que como aun era de día, y si alguien nos salía al paso Adri y yo podíamos alegar que éramos pareja y que no nos interesaba nada de lo que nos pudiesen ofrecer, pues eso, que vamos caminando. Y resulta que la casa de campo es un sitio por donde la gente pasea tranquilamente sin ganas de jodienda de ninguna clase y tal, así que llegamos al albergue Richard Schirmann como si hubiésemos encontrado el kit completo de Arca perdia+Santo Grial+una dw con una buena relación calidad precio.
Allí el conserje súper majo y su esposa nos dicen como llegar con coche, y un par de detalles mas, e incluso ella se ofrece a llevarnos de nuevo hasta nuestro coche y de aso nos enseña el camino, y así es como vemos que anteriormente estuvimos a punto de tropezarnos con el camino bueno, pero en el ultimo giro la cagamos. Típico.
Y ponemos rumbo a Pinto, a la frikicasa, donde nos alojamos. Desde aquí agradecer a los anfitriones por acogernos y por enseñarnos tanta frikez, aunque se me quedo pendiente una paliza al Guitar hero, y he de decir que tanta muñeca me da mal rollo, sobretodo la de los ojos blancos, pero en conjunto, Carlos y Eva molan.
Después de cenar y ver un poquillo un programa del discovery channel la mar de majo (er…..no…mejor no hago comentarios, verdad?) mientras Armfher se cargaba el disco duro de material jugoso que va a compartir (a que siii?) con alguien, trabajábamos poniendo a punto acreditaciones, fundas, ultimando detalles y haciendo una lista de la compra para mañana por la mañana. Y ahí es donde Padomon recibio su tarjeta de Organizador. Algunos juran que en ese momento, la lluvia que caia eran las lagrimitas del niño Jesús al llorar, e incluso que se oyo un trueno en la lejania cuando servidor cojio la dichosa tarjeta, y dicen las malas lengua que si esa identificación se expone al fuego, se puede leer algo asi como “y una acreditacion para atarlos a todos…”. A mas de 100 km de distancia, Chemaco tuvo una mal fario, como una sensación de estar estreñido y kerer estornudar (aunke yo creo que eso le pasa cada vez que se mira al espejo…. ).
Al acabar, charlamos un poco, pero enseguida nos fuimos a la cama, porque la mañana del día siguiente seria dura. Y frenética.