Si encuentras a alguien con algo de experiencia que te eche una mano, mejor que mejor. Pero te explico paso a paso el proceso.
En primer lugar y después de haber quitado todo el cordaje y el parche roto, recupera los dos aros del parche. Si el que tiene el cordaje, está bien conservado y el cordaje tercer aro (el pequeño) también no necesitas cambiarlo. De cualquier manera son unos pocos minutos cambiarlo.
Con el djembé en pelotas, revisa todo el cuerpo para ver si tiene rajas, y las tapas con masilla de madera (malpensado). Si no te mola el barniz que lleva lo puedes lijar y dejarlo en madera natural
Un tema importante, es dejar el borde del djembé sobre el que va el parche bien lijado e igualado. Tienes que procurar que haga una curva hacia dentro, también lijando la parte interior para que no tenga imperfecciones en contacto con el parche. Si no tienes tampoco otra cosa que hacer y tienes una lijadora, ponte a igualar el interior del djembé.
Es importante protejer la madera con alguna cera, manteca de karité (es lo que pongo yo), o aceite de linaza. Deja que la madera absorba todo antes de ponerte a currar en el montaje.
Montaje:
Lo primero es comprar una piel de cabra, que mirarás a trasluz para comprobar que no tenga cicatrices. También hay que comprobar que el pelo no se despega con facilidad. En cuanto al grosor depende del gusto: una piel gruesa dura más, aguanta más tensión, pero tiene un sonido más apagado. También es más difícil de tensar. Un parche fino aguanta menos, pero es más fácil sacarle el sonido.
Antes de montar el djembé conviene forrar el aro interior (el que va cubierto con la piel) con tela, y comprobar que el djembé cabe a través de él. Esto es para que haya menos armónicos.
Necesitas 16 m de cordino preestirado de 4 o 5 mm para el trenzado.
La piel a remojo durante al menos 3 o 4 horas. Una vez que está blanda, estírala pisándola y estirando con las manos. Colócala sobre una superficie limpia con el pelo hacia arriba, y pon el aro interior encima. Pliega la piel hacia dentro hacia dentro atándola con un trozo de cuerda, de manera que te quede como un pandero sin caja.
Colocas la piel sobre el djembé y colocas el aro superior. Es el momento de comenzar el trenzado. Es un coñazo auténtico. Para los trenzados hay unos dibujos muy explicativos en
http://www.djembe.com . Cuando hayas terminado el trenzado vertical, cojes un palo largo y estiras todas las cuerdas: importante: los aros deben quedar paralelos al borde del instrumento.
Hay que dejar secar la piel dos días en los que hay que ir estirando el trenzado vertical. Cuando esté totalmente seco se puede empezar el trenzado horizontal, pero siempre hay que terminar cada vuelta, para que no se queden los aros torcidos.
Las semanas después de montarlo se suele desafinar con mucha facilidad, con lo cual conviene tener muy tenso el trenzado vertical, y con unos nudos y unos golpes con un martillo de goma terminas de afinarlo.
Y con esto me pongo a currar ya que no se puede estar haciendo el capullo todo el día,
Un saludo