Lo siguiente es un estracto de un artículo de Todo Percusión de Jose Bruno (y capítulo de su libro "baterías y canciones") dedicado a Steve Jordan, el título del hilo dice el resto :
Un buen baterista pasa por muchas etapas antes de poder tocar sencillo, pero con un groove potente. En los comienzos es muy normal atravesar una fase en la que uno piensa que todas las limitaciones se podrían salvar adquiriendo una técnica prodigiosa.
Este periodo, al que irónicamente podríamos llamar racionalista, suele desembocar en un problema de "tecniquitis" , patología que se manifiesta en forma de manía persecutoria, a través de la cual cuesta creer que cualquier cosa que no contenga un buen torrente de semicorcheas tenga algún tipo de valor musical.
Afortunadamente, la "tecniquitis" se cura con un poco de experiencia y sentido común; con el tiempo se acaba llegando a la conclusión contraria: que la técnica no lo es todo y que en muchas ocasiones lo que tiene un mayor valor musical suele ser lo menos técnico.
En esta nueva etapa más abierta es cuando surge el interés por conceptos como el groove, la energía del ritmo, tocar delante odetrás del tempo, la musicalidad, y es entonces cuando se puede empezar a apreciar el verdadero poderíao que se esconde detrás de tocar los menos golpes posibles.
Después de atravesar todo ese proceso de búsqueda se suele llegar a la conclusión que si se intenta ser un baterista muy bueno, será fácil perder la perspectiva de que la batería sirva dentro de un contexto musical... para terminar convirtiéndonos en todo lo contrario a lo que se entiende por buen baterista.
Bateristas como Steve Jordan tienen muy clara su función dentro de la música: crear un pulso que motive e inspire a los demás musicos a tocar mejor de lo que normalmente tocan.
Lo que en términos baterísticos se llama tocar para la canción consiste en encontrar el pulso en el que la melodía funciona mejor, fluya co más sabor.
El baterista que toca para la canción busca la comodidad de la melodía, el punto en el que ésta y el ritmo se funden de forma sinérgica: cualidad en la que el todo es superior a la suma de sus componentes, consiguiendo que los demás músicos se sientan inspirados.
Siempre es interesante experimentar con la técnica, pero también tener claro que con el beat más sencillo del mundo se pueden transmitir muchas emociones. Partiendo de esta convicción se pueden llegar a crear momentos musicales de gran intensidad.
................................................. Jose Bruno.......................
Un buen baterista pasa por muchas etapas antes de poder tocar sencillo, pero con un groove potente. En los comienzos es muy normal atravesar una fase en la que uno piensa que todas las limitaciones se podrían salvar adquiriendo una técnica prodigiosa.
Este periodo, al que irónicamente podríamos llamar racionalista, suele desembocar en un problema de "tecniquitis" , patología que se manifiesta en forma de manía persecutoria, a través de la cual cuesta creer que cualquier cosa que no contenga un buen torrente de semicorcheas tenga algún tipo de valor musical.
Afortunadamente, la "tecniquitis" se cura con un poco de experiencia y sentido común; con el tiempo se acaba llegando a la conclusión contraria: que la técnica no lo es todo y que en muchas ocasiones lo que tiene un mayor valor musical suele ser lo menos técnico.
En esta nueva etapa más abierta es cuando surge el interés por conceptos como el groove, la energía del ritmo, tocar delante odetrás del tempo, la musicalidad, y es entonces cuando se puede empezar a apreciar el verdadero poderíao que se esconde detrás de tocar los menos golpes posibles.
Después de atravesar todo ese proceso de búsqueda se suele llegar a la conclusión que si se intenta ser un baterista muy bueno, será fácil perder la perspectiva de que la batería sirva dentro de un contexto musical... para terminar convirtiéndonos en todo lo contrario a lo que se entiende por buen baterista.
Bateristas como Steve Jordan tienen muy clara su función dentro de la música: crear un pulso que motive e inspire a los demás musicos a tocar mejor de lo que normalmente tocan.
Lo que en términos baterísticos se llama tocar para la canción consiste en encontrar el pulso en el que la melodía funciona mejor, fluya co más sabor.
El baterista que toca para la canción busca la comodidad de la melodía, el punto en el que ésta y el ritmo se funden de forma sinérgica: cualidad en la que el todo es superior a la suma de sus componentes, consiguiendo que los demás músicos se sientan inspirados.
Siempre es interesante experimentar con la técnica, pero también tener claro que con el beat más sencillo del mundo se pueden transmitir muchas emociones. Partiendo de esta convicción se pueden llegar a crear momentos musicales de gran intensidad.
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