Seré breve... 2/3 Jeje :-#
En USA, el sector inmobiliario representa un 4-5% de su economía. En España, por lo menos un 20%, y hay que pensar en que alimenta a otros sectores, como el del transporte. Al caer la construcción, no hay alternativa porque no se hace otra cosa, y entonces tienes una crisis de oferta: no hay otro sector que ofrezca actividad económica. No fabricas otra cosa, no produces nada más. Nadie más tira del carro y todos al paro. Todos al paro porque estamos en un país de bajísima productividad, ya que no sabemos hacer nada. O sabemos, pero no lo hacemos, que es lo mismo, y ahora ya es tarde.
Naturalmente, la crisis sigue su camino y las enormes deudas y los impagos empiezan a amenazar a los bancos que han prestado alegremente dinero pensando que la fiesta no se acabaría jamás. Algunos de ellos han crecido tanto durante estos años que, si se arruinan, pueden crear un efecto contagio hacia los demás, creando un pánico enorme y poniendo en peligro todo el sistema económico. Es el famoso "too big to fall", demasiado grandes para caer.
Así que en cuestión de días empiezan las llamadas de socorro y los Gobiernos empiezan a confundir las cosas de nuevo. Sin tiempo para reflexionar, deciden que lo que hay que hacer es salvar a todo el que no puede aguantarse derecho, y la deuda pública vuelve a aumentar, esta vez hasta niveles peligrosos. Estamos llegando a la crisis de la deuda soberana.
Llegados a este punto, con el paro aumentando de forma vertiginosa y con toda la actividad cayendo mientras la deuda pública no para de aumentar, los Gobiernos se asustan de verdad y de nuevo se equivocan de forma increible. Deciden que no puede ser, que lo que hay que hacer es ahorrar y cortar todos los gastos posibles. Se impone la austeridad.
Y es entonces cuando se juntan el hambre con las ganas de comer. Los mercados, que llevan décadas prestando su dinero a los países que hasta ahora han actuado con una cierta normalidad y han devuelto esos préstamos con sus correspondientes intereses, ven con preocupación que los niveles de deuda han aumentado de forma rapidísima y no parece haber soluciones para pagar esa deuda inmensa. La capacidad de pagar se está esfumando, y las Agencias de Calificación Crediticia entran en acción rebajando la calificación de la deuda soberana de algunos de los países que están peor. De este modo, Irlanda, que había garantizado el pago de la deuda de todos sus bancos, ve rebajada la calificación de sus bonos, hasta el nivel de bonos-basura. Estalla el escándalo de las mentiras de Grecia cuando el nuevo Gobierno se encuentra con todo el pastel.
En este momento, se empiezan a fabricar leyendas y cuentos para calmar a los ciudadanos de los países. Se empieza a hablar de "especuladores" y de "ataques de los mercados". Los mercados no son más que inversores, grandes y pequeños, conservadores y agresivos, que prestan su dinero a quien se lo pide a cambio de un interés. Los mercados llevan unos 400 años existiendo, desde los tiempos de los primeros bancos venecianos. Estos supuestos "ataques" que "hacen subir la prima de riesgo" son simplemente una respuesta a la pésima gestión de los políticos y de los banqueros.
La prima de riesgo es el tanto por ciento que un inversor gana cuando se le devuelve el préstamo que se le pide cuando invierte su dinero. La prima de riesgo que se toma como referencia es la del bono alemán, que es el país más fuerte y solvente de la UE. Así que el diferencial de la prima de riesgo es la diferencia que hay entre el interés del bono alemán y el interés del bono de cualquier otro país de la UE. Para hacerlo más sencillo: como en teoría es más fácil que los alemanes te devuelvan el dinero que les prestas, tu beneficio (la prima de riesgo) será pequeño (por ejemplo, un 1,6%). Como parece mucho más arriesgado prestarle tu dinero a un mentiroso corrupto griego o a un vago cantamañanas español, le pides un interés mucho más alto (por ejemplo, un 5 ó 6%). Por supuesto, llega un momento en que el interés es tan alto que se hace imposible pagar la deuda, y se entra en default, o sea, impago o ruina total. Para que nos entendamos, como el bono griego no lo quiere nadie y la UE se negaba a ayudar a Grecia hace dos semanas, ésta no tenía para pagar las nóminas de este mes de noviembre a sus funcionarios. Imaginaros...
Analicemos en este punto lo que nos dice Richard Koo. Él dice que Alemania ha impuesto una política de austeridad severa, amenazando con echar del club europeo al que no obedezca. Alemania no piensa pagar más de lo que ya ha pagado por salvar el culo del resto de países. El capo de Nomura nos dice que eso es un error, porque si no gastas no puedes poner en marcha la economía. Va más allá y nos dice que si la economía europea no se activa, esto llegará a la economía alemana, que dejará de vender y exportar sus productos, y entrando en el círculo vicioso.
Entonces Koo nos dice que tanto en USA como en Japón tienen unas deudas públicas enormes, pero que los tipos de interés que se pagan por ellas siguen siendo bajísimos. ¿Por qué son tan bajos si las deudas son tan enormes, más grandes que las de cualquier país europeo? La razón es muy simple: porque son países con economías muy modernas, diversificadas y productivas. Hay todo tipo de industrias y servicios, y eso es garantía de funcionamiento, tarde o temprano. Naturalmente, el hecho de que esa deuda pública esté en una moneda que es propia y además es fuerte (el dólar y el yen) ayuda muchísimo. Por eso Estados Unidos sigue creando deuda y China y los mercados siguen comprándola sin que pase nada de nada.
Claro, si tú tienes una moneda única para varios países muy diferentes entre sí (como Europa con el euro), pero dejas que cada país haga la política económica que le salga de la puntita del pijo, tienes el desastre asegurado. El uno miente, el otro sólo sabe hacer una cosa, el otro no controla su deuda pública...
El punto en el que estamos es muy delicado. Muchísima gente explica que la única solución para acabar de una vez con el problema de la desconfianza de los mercados y que no explote la deuda pública contagiando a Italia, España y luego a Francia es crear eurobonos. Los eurobonos son lo mismo que los bonos de cada país -o sea, la deuda pública que compran los mercados-, pero avalada por la UE en bloque, es decir, avalada por Alemania.
La señora Merkel se niega en redondo. No quiere seguir financiando el comportamiento irresponsable de algunos países, que ha provocado este desastre. Su tesis es que, si Alemania cede y toda la deuda soberana europea queda garantizada, efectivamente los mercados se calmarán, la prima de riesgo se reducirá y todo volverá a la normalidad, pudiendo iniciarse el camino hacia la recuperación. El problema es que ella también cree que, con su deuda garantizada, estos países malos seguirán sin aplicar medidas de austeridad y malgastando, aumentando su deuda hasta que nadie pueda pagar nada.
¿Tiene razón Frau Merkel? Veámoslo.