Reconocerás el característico sonido “ba dum tsss” como aquel que asociamos a cuando alguien cuenta un chiste malo, para burlarnos del tremendo fail del ejecutor de este. Pero ¿De dónde viene? Os contamos aquí su historia centenaria.
Lo primero es conocer qué significa la palabra “trap” dentro del mundo de la batería, y no, no tiene que ver en absoluto con el estilo de música que inunda nuestras redes hoy en día, sino que viene de la palabra “contraption” cuya traducción al español es “artilugio”. El predecesor de la batería como la conocemos ahora era aquello que llamaban “traps” o “trap sets”, conglomerados de artilugios, no sólo de percusión, que allá por los años 20 del siglo pasado confeccionaban el concepto de set de batería. Estos sets permitían ser la base rítmica de una agrupación a la vez que daban la posibilidad de crear una infinidad de efectos sonoros, que se utilizaban en el teatro, especialmente en el vodevil, un género de variedades muy notorio principalmente entre 1880 y 1930 que intercalaba números musicales y sonidos para enfatizar momentos de las actuaciones en su comedia ligera.
Entre 1896 y 1906, los teatros donde se hacían los espectáculos de vodevil se convirtieron también en aquellos donde pondrían las primeras películas, carentes de sonido, donde el “trap drummer” tocaría en directo los efectos sonoros de estas a través de, por ejemplo, un rimshot de caja para golpes o caídas, movimientos de escobillas para representar arena y el uso de todo tipo de elementos de percusión para mantenerse cuanto más fiel posible a lo que el proyector enseñaba. Según los encargados de esta labor, era tremendamente exigente y terminaban constantemente bañados en sudor. Más sobre esto en el vídeo que dejo a continuación.
A medida que el vodevil empezó a cobrar menor importancia ante el auge del cine, los números cómicos de los monologuistas comenzaron a ser vistos como actos teloneros para las big bands o cantantes. Estos monologuistas irían siempre acompañados de trap drummers que, una vez más, y ya con dilatada experiencia en el exigente trabajo de crear sonidos en directo a toda pastilla en los teatros de cine, enaltecían momentos de los monólogos, concretamente los chistes, llevándonos al clásico sonido “ba dum tsss” acentuando estos y ayudando a que las carcajadas que afloraban en el público se mantuviesen un poco más de tiempo. También, más tarde, este sonido haría que en los platós de televisión, el público supiese donde reírse antes de que contásemos con las risas enlatadas.
En definitiva, el “ba dum tsss” era algo hecho para puntualizar un chiste, esperamos que bueno en general, aunque a lo largo del tiempo el significado ha pasado a ser el de reírse del propio cómico cuando el chiste es demasiado malo.
Lo primero es conocer qué significa la palabra “trap” dentro del mundo de la batería, y no, no tiene que ver en absoluto con el estilo de música que inunda nuestras redes hoy en día, sino que viene de la palabra “contraption” cuya traducción al español es “artilugio”. El predecesor de la batería como la conocemos ahora era aquello que llamaban “traps” o “trap sets”, conglomerados de artilugios, no sólo de percusión, que allá por los años 20 del siglo pasado confeccionaban el concepto de set de batería. Estos sets permitían ser la base rítmica de una agrupación a la vez que daban la posibilidad de crear una infinidad de efectos sonoros, que se utilizaban en el teatro, especialmente en el vodevil, un género de variedades muy notorio principalmente entre 1880 y 1930 que intercalaba números musicales y sonidos para enfatizar momentos de las actuaciones en su comedia ligera.
Entre 1896 y 1906, los teatros donde se hacían los espectáculos de vodevil se convirtieron también en aquellos donde pondrían las primeras películas, carentes de sonido, donde el “trap drummer” tocaría en directo los efectos sonoros de estas a través de, por ejemplo, un rimshot de caja para golpes o caídas, movimientos de escobillas para representar arena y el uso de todo tipo de elementos de percusión para mantenerse cuanto más fiel posible a lo que el proyector enseñaba. Según los encargados de esta labor, era tremendamente exigente y terminaban constantemente bañados en sudor. Más sobre esto en el vídeo que dejo a continuación.
A medida que el vodevil empezó a cobrar menor importancia ante el auge del cine, los números cómicos de los monologuistas comenzaron a ser vistos como actos teloneros para las big bands o cantantes. Estos monologuistas irían siempre acompañados de trap drummers que, una vez más, y ya con dilatada experiencia en el exigente trabajo de crear sonidos en directo a toda pastilla en los teatros de cine, enaltecían momentos de los monólogos, concretamente los chistes, llevándonos al clásico sonido “ba dum tsss” acentuando estos y ayudando a que las carcajadas que afloraban en el público se mantuviesen un poco más de tiempo. También, más tarde, este sonido haría que en los platós de televisión, el público supiese donde reírse antes de que contásemos con las risas enlatadas.
En definitiva, el “ba dum tsss” era algo hecho para puntualizar un chiste, esperamos que bueno en general, aunque a lo largo del tiempo el significado ha pasado a ser el de reírse del propio cómico cuando el chiste es demasiado malo.
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